Diario Expreso

El cáncer que crece por la vergüenza

El año pasado, Solca detectó 285 casos de cáncer de próstata en Guayaquil ❚ Los mitos son los aliados de la enfermedad

- CYNTHIA FLORES RODRÍGUEZ floresc@granasa.com.ec ■ GUAYAQUIL

Al cumplir los 45 años, muchos hombres se vuelven víctimas de las típicas bromas entre amigos: te ha llegado la hora, les dicen. Envían memes y mensajes de todo tipo como el inevitable recuerdo de que es tiempo de someterse a un examen de próstata. Hay quienes por vergüenza, pero principalm­ente por ese mito de que perderán su virilidad, deciden retrasar la visita al médico. No quieren someterse al tacto rectal, pese a que las estadístic­as muestran que el cáncer de próstata no solo es el que más ataca a los hombres, sino también el que más muertes provoca.

Están quienes piensan que basta con la prueba de sangre para saber si está ocurriendo algo malo en esa glándula, pero no es suficiente. Esa es precisamen­te una de las creencias que los urólogos quieren desterrar a dos días de que se conmemore el Día Mundial contra el Cáncer de Próstata.

“El tacto rectal no puede sustituirs­e con el examen de sangre o viceversa, ambos son necesarios”, explica el doctor Marcos Rendón, especialis­ta de Solca y de la Junta de Beneficenc­ia de Guayaquil.

El año pasado, Solca detectó 1.585 casos de cáncer en hombres en Guayaquil y de estos el 18 % (285) fueron de próstata, el primer lugar del ranking. Si se habla a nivel nacional, en cinco años se han diagnostic­ado 3.642 casos, según la Agencia Internacio­nal de Investigac­ión del Cáncer.

Es un mal que en el mundo también tiene cifras preocupant­es: uno de cada nueve hombres será diagnostic­ado con cáncer de próstata en el transcurso de su vida, especialme­nte después de los 50 años.

“Por desconocim­iento, al menos en América Latina, muchas personas no tienen la costumbre de hacer medicina preventiva y no van a los chequeos rutinarios”, indica el urólogo Jo Tsang Sunny, quien reconoce que el hombre sabe de los riesgos, pero que prefiere no hacerse el examen porque lo considera desagradab­le.

No solo eso. Como ocurre con otras enfermedad­es, sea a hombres o a mujeres, siempre se piensa que la ruleta no apuntará hacia nosotros.

No solo el tema de la virilidad es un mito, aunque las bromas continúan y se sigue diciendo, de manera errónea, que el hombre perderá su masculinid­ad debido al examen. Los médicos consultado­s dicen que además aún hay quienes creen que padecer de la próstata tiene relación con la cantidad de actividad sexual. Aclaran que ni demasiado sexo, ni poco, ni no tenerlo provocan cáncer. Tampoco depende de lo que come. No hay una dieta que prevenga la enfermedad, ni una que la acelere, aclara el doctor Marcos Rendón.

Eso sí, si este mal es detectado a tiempo y no ha invadido otras partes, se puede aplicar una medicina curativa, agrega el doctor Jo Tsang.

Por eso es importante que el primer examen sea a los 45 años. A esa edad, la próstata comienza a incrementa­r su tamaño, ya sea por un trastorno hormonal o debido a infeccione­s. De pronto, esa glándula del tamaño de un limón, y que pesa de 15 a 20 gramos, puede llegar a los 200 gramos, como una naranja. Entonces comienza a obstruir la salida de la orina, que suele ser lo que lleva a los hombres a la consulta. Si no sienten esto, muchos prefieren retrasar su visita al médico, aseguran los especialis­tas.

Debe saber que los exámenes y la revisión digital son necesarios, pues este cáncer no presenta síntomas sino cuando ya está avanzado.

EL DETALLE El chequeo. Si en el primer examen todo sale normal, deberá someterse a otro a los 47 y luego a los 49. A partir de los 50 años, debe ser anual.

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