Mónica Ojeda lanza su tercera novela.
La escritora El libro explora el miedo desde el dolor, el sexo y la familia
Fernanda se despierta de repente, maniatada y confundida. De a poco, lo que sucedió se va aclarando. Está en medio de un bosque, está secuestrada. Su secuestradora es su profesora de Literatura.
Pero ‘Mandíbula’, novela más reciente de la escritora guayaquileña Mónica Ojeda, es mucho más que un thriller; es una exploración del miedo, del sexo, de los límites propios y de la locura.
La novela tiene como protagonistas a Fernanda y Annelisse, dos adolescentes adineradas, estudiantes de un colegio del Opus Dei, y a Clara, una profesora de Literatura con un estrés postraumático producto de un ataque por dos alumnas del colegio público donde trabajó un año antes.
“Lo que me interesaba era hacer un estudio del miedo como una emoción primordial que es psicológica, pero también física, y que además nos determina frente a la vida de un modo que muchas veces nos cuesta admitir. Para ello eché mano de ciertos rasgos del thriller y del género de horror. Sin embargo, la novela no encaja del todo en ninguno de esos géneros”, afirma a EXPRESO la escritora.
Y es así, pues aunque el lector sabe que el libro transcurre al interior de un plagio, la verdadera historia está en los flashbacks. Es ahí donde se descubre a las adolescentes, quienes a manera de juego se apoderan de una casa abandonada de la cual se declaran dueñas. En esa casa, las chicas pasan más allá de ponerse retos de resistencia, de gritar, de saltar de grandes alturas, a obligarse, unas a otras a enfrentar sus temores.
Al centro de todo está también la represión, un contraste que sirve como punto de quiebre y de equilibrio, anclando a las chicas a tierra, a un colegio donde la fe y la virtud son estrellas y que, a la vez, son las que parecen condenarlas. Ese contraste, explica la autora, fue vital para la construcción de esta novela. “Tiendo a sentirme irremediablemente atraída por los contrastes. Creo que lo conmovedor y lo estremecedor reside allí, en el contraste. Encontré natural que, siendo chicas insertas en un ambiente tan represivo, buscaran un espacio en el que poder rebelarse y explorar todo lo que está prohibido”.
La locura es otro elemento primordial en esta obra, donde cada una de las protagonistas parece estar al límite, especialmente Clara, la docente de Literatura, quien va descendiendo en sus propios terrores para hallarse, de pronto, sin salida. “Si entendemos la locura como la desarticulación de un determinado orden, o de uno mismo, es fácil vincularla con traumas y violencias recónditas. Lo que yo busqué fue precisamente eso: entrar en el horror de la mente de estos personajes. Creo que puedes conocer profundamente a alguien si conoces a lo que le teme”, agrega Ojeda.
La obra, llena de una voz poética que parece aumentar la concepción del miedo, suma imágenes que van montando en presión, como una bomba, con un estallido final que explota en silencio. Esto, porque el cierre queda a discreción del lector, quien deberá decidir qué es lo que sucede entre ambas mujeres al interior de la cabaña.
‘Mandíbula’, como lo dice la autora, es una novela sobre la caída, no sobre la salvación, y eso es, al igual que en su libro previo, ‘Nefando’, lo que cautiva a la audiencia. Se trata de una novela que enfrenta al propio miedo, a la incomodidad, pero que mantiene la capacidad de sorprender y enredar.