Los abusos del poder
EDITORIAL
Sin que casi nadie mantenga dudas sobre los cambios ocurridos en el clima político del país, dada la evidencia de un nuevo ambiente de respeto a las libertades individuales y a la división de las funciones del Estado, es también evidente que la prometida operación de alta cirugía destinada a erradicar la corrupción espeluznante heredada del régimen anterior, sigue pendiente. Por ello continúa la impunidad en casos que aparentemente resultarían emblemáticos respecto a la voluntad de combatirla, tal cual el caso Singue.
Sin duda, la profunda interferencia que en la administración de justicia mantuvo el gobierno anterior, ha producido un gran represamiento en su accionar. Ahora se sabe que intentó cubrir con una gran cortina de impunidad hechos que, aunque sospechados, continúan generando asombro al tener certeza de su cometimiento.
Así, cuando se conocen las equívocas acciones destinadas a secuestrar en Colombia al ciudadano ecuatoriano Fernando Balda, se evidencia que se puso toda la maquinaria estatal a cumplir el objetivo de satisfacer la voluntad de perseguirlo. Un paso importante para aclarar las deliberadas confusiones se ha dado con la captura del exsecretario de Inteligencia Pablo Romero, vinculándolo a un hecho que el fiscal general de la nación se ha permitido calificar como “crimen de Estado”.
Otro caso revelador de la magnitud del abuso del poder que ha venido sufriendo la institucionalidad republicana, se observa en las idas y venidas del denominado caso Gabela. La persistencia en la
Poco a poco se van desenredando tramas oscuras cuidadosamente tejidas. Ahora hay que sancionar a los culpables’.
voluntad de la viuda del general de aviación que se opuso a la adquisición de helicópteros de dudosa calidad, ha permitido conocer de la existencia de un tercer informe emitido por el perito contratado para establecer si su asesinato fue obra de la delincuencia común o tuvo que ver con razones distintas. Dicho informe debe transparentarse a la brevedad posible, superando rocambolescas situaciones hechas públicas recientemente por quien estuvo a cargo de su custodia.
Por el estilo, luego de un año de gobierno y en un ambiente de independencia de las funciones del Estado, superada además su atadura al gobierno anterior, es de esperar que prevalezca la tan ansiada voluntad de que en un marco de respeto a la institucionalidad democrática, se superen y sancionen grotescos abusos del poder.