Las casas vacías llenan de males a los vecinos
Cada año el Municipio registra alrededor de 50 inmuebles desamparados ❚Los predios sirven de refugios para vagabundos y adictos ❚ Hay hacinamiento
Las casas abandonadas son parte del paisaje de muchos barrios de Guayaquil. Cada una de ellas tiene su propia historia o circunstancia, pero todas tienen una función similar: causar problemas a los vecinos.
Estos inmuebles se vuelven refugio de indigentes, drogadictos y delincuentes, además de informales botaderos de basura.
Entre las calles Washington y Geo Chambers, en el barrio del Seguro, al sur de la ciudad, una casa esquinera muestra su rostro más triste. La maleza y el óxido han opacado su atractiva arquitectura. La propiedad lleva 25 años sin alojar a una familia.
Fernando Uquillas, quien vive frente a esa casa, asegura que “por años” ha sido el refugio de ladrones y consumidores de alcaloides. “Hace cuatro meses el dueño, quien vive en Quito, la mandó a limpiar, a cerrar y a colocar un letrero de venta, pero nadie la compra por el precio”, explica.
EL DETALLE Recorrido. En la ciudadela Urdesa, también hay casas espaciosas y desocupadas, de las cuales los vecinos desconocen el motivo de sus abandonos.
En el sector esa es la única vivienda con tanto tiempo de abandono. Han habido otras, según los moradores, cuyos propietarios han preferido rematarlas antes que dejarlas caer en poder de esos grupos.
La dirección municipal de Justicia y Vigilancia, dice que cada año, entre reportes de sus inspectores y denuncias de moradores, registra en la ciudad alrededor de 50 casas abandonadas.
Los robos a esas viviendas y a las aledañas es uno de los principales problemas por el que los vecinos siempre se quejan.
Aunque el morador Manuel Avellaneda dice que ya se ha da- do por vencido. “Vienen periodistas, los del Municipio, pero la situación sigue igual”, asegura. Él tiene un local comercial ubicado al lado de un inmueble que alguna vez fue sede diplomática de Haití y una de las mejores casas de las calles Luque y Tulcán. Ahora, en medio de la basura, en el día allí duermen drogadictos y salen en las noches. “Son bastantes”, afirma. Hace unos cuatro meses, a una de las casas del sector le robaron una planta de aire acondicionado y a otra el cilindro de gas.
Otra propiedad que llama la atención, no por su destruida construcción, sino por su ubicación comercial, está en Quisquis entre Carchi y Tungurahua, cerca de la Universidad de Guayaquil y de la Plaza Rodolfo Baquerizo . Luis Arrollave, guardián de esa zona, asegura que a menudo hay comerciantes que buscan alquilar el sitio, sin éxito. Mientras tanto, a esa casa de dos pisos, los En Bellavista EXPRESO visitó dos casas abandonadas. Una de ellas es refugio de más de 20 vagabundos. La otra (foto), fue limpiada hace meses, pero sigue vacía.
ROL MUNICIPAL BELLAVISTA