Los ganaderos reprochan que la justicia favorezca el abigeato
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El sector pide endurecer las penas contra este delito Hasta junio, 1.172 cabezas de ganado fueron robadas El 17 % de casos se dieron en Guayas
Al endeble sistema judicial del país no solo se le atribuyen los altos índices de inseguridad que se vive en Guayaquil. Ayer, también fue el blanco de críticas para explicar por qué el robo de ganado se viene agravando en el campo. Las penas leves y la falta de acción, denunciaron los ganaderos, están favoreciendo este delito que, aunque no se reflejen en cifras oficiales, pone en riesgo la rentabilidad que le resta a esta actividad productiva.
EL DETALLE El sector. En el país existen 4’500.000 de cabezas de ganado en el país, que pertenecen a unos 200.000 personas que se dedican a esta actividad.
Según datos del Ministerio del Interior, de enero a junio, en el país se contabilizaron 1.172 casos de robos de reses, aunque el número sea un 7,6 % menor si se lo compara con igual período del año pasado, los ganaderos y las propias autoridades de los ministerios del Interior y de Agricultura admiten que estas cifras no están recogiendo la magnitud del problema. En eso coincidieron ayer en Durán, durante una reunión a la que asistieron por convocatoria de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos (Aglyg) para hallar solución.
Los ganaderos explican que el desprestigio que ha ido sumando el sistema judicial al no actuar de forma contundente en contra de este delito y el temor a las represalias por parte de los delincuentes está llevando a que cada vez más personas desistan de poner una denuncia. Francesco Tabacchi, presidente de la Aglyg, no solo pidió endurecer las penas, “sino establecer controles que impidan que exista algún tipo de arreglo con jueces y fiscales. La persona que va presa por este delito debe quedarse presa, que no se acoja a la libertad condicional o al pago de fianza“. Esta flexibilidad, dijo, es lo que permitió que hace unos días, 5 de 15 personas arrestadas en la provincia del Guayas “se acogieran a la libertad condicional para salir de la cárcel y seguir delinquiendo, aun cuando tenían presunción de haber cometido el delito ”.
Esta situación, explica, reprime más la rentabilidad de este sector, que hoy sufre por los altos costos de insumos. “Si bien con el robo, la oferta de productos (carne y leche) y el consumo no baja, sí son menos ganaderos ( 200.000 a nivel nacional) los que están invirtiendo en esta actividad”.
La mayor consecuencia, dice Santiago Mieles, presidente de la Asociación de Ganaderos de Nobol, la sufre el pequeño ganadero, pues son pérdidas que difícilmente puede reponer. En febrero pasado, a él le robaron 10 de las 38 reses que tenía. Una pérdida que supera los $ 5.000 y que aún duda recuperar. Igual incertidumbre tiene Gustavo Taino, un ganadero de la vía Guayaquilsalinas que aún espera que la justicia actúe para recuperar las 12 cabezas de ganado Braford que perdió hace dos semanas.
Otro pedido a las autoridades es reforzar la Unidad de Investigación contra el Abigeato (UICA) que fue creada hace 4 años, pues denuncian que el escaso personal no vuelve efectivo su funcionamiento. Guillermo Rodríguez, subsecretario del Ministerio del Interior, señaló que el trabajo justamente se está enfocando en repotenciar esta unidad. No hubo una respuesta tan positiva al pedido de autorizar la generalización del uso de armas. Ese tema, dijo, requiere de mayor análisis.
VOCES Son los pequeños ganaderos los que más sufrimos por el abigeato. Los robos muchas veces nos dejan con poco o nada, con dificultad de poder recomenzar.