Pensión jubilar, con baja cobertura en la región
La falta de ahorro de recursos y la informalidad laboral atentan contra el sistema ❚ Chile y Canadá se anotan ventajas
La población envejece en Latinoamérica sin haberse garantizado la cobertura universal a la pensión debido a reglas que han limitado el ahorro y la informalidad laboral que arrastra a millones de personas a la incertidumbre.
“Nos enfrentamos a retos estructurales como el rápido envejecimiento de nuestros países, lo que limitará los recursos disponibles para pagar pensiones”, advirtió el director de Estudios Económicos de la entidad gremial colombiana Asofondos, Jorge Llano.
Cuba es el país más envejecido de América Latina y sus 2’219.784 habitantes mayores de 60 años representan el 19,8 % de la población. Un total de 1’676.988 cubanos tienen una pensión media de 276,94 pesos (algo más de 11 dólares) que sufraga el Estado, pues no existen planes privados.
Llano explica que “los sistemas pensionales más sólidos son aquellos que cuentan con el ahorro suficiente para respaldar sus obligaciones futuras” y los más débiles aquellos que “deben recurrir a cambios paramétricos muy fuertes para mantener el equilibrio”.
Algunos casos destacados en América son Canadá o Chile, que tienen ahorros pensionales equivalentes al 157 % y al 70 % del PIB, respectivamente. Pero el 90,75 % de los jubilados chilenos del sistema privado recibe pensiones inferiores a unos 233 dólares, la mitad del sueldo mínimo, lo que ha originado protestas. Y aunque países como EE.UU. cuentan con importantes ahorros pensionales (cerca del 133 % del PIB), también tienen problemas para financiar la jubilación de sus empleados públicos.
La informalidad laboral en la región también es un factor que preocupa a los expertos. Un incremento descontrolado de estas tasas, dicen, hace que menos población pueda acceder a un trabajo que ofrezca beneficios sociales, como la afiliación y una futura pensión. En Ecuador, la tasa de informalidad subió a un 47,5 % en junio de este año, el índice más alto en la última década que, incluso, llegó a superar la tasa del empleo formal (46 %).
Mejorar las condiciones de empleo es un desafío inmediato en Latinoamérica, pero ese objetivo también debería estar ligado a una política de ahorro pensional, dice Llano. “Entre mayor ahorro, más y mejores pensiones se lograrán otorgar y, asimismo, menos recursos se demandarán del presupuesto público”.
El sistema colombiano, detalla Asofondos, está dividido en el régimen privado y el público, cuyo control corresponde a Colpensiones, que este año ha recaudado unos 2.456 millones de dólares con 6’527.193 afiliados a diciembre.
EL DETALLE Advertencia. En el 2017, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó a Ecuador sobre la sostenibilidad de sus fondos, a raíz de la eliminación del aporte Estatal. La medida se revirtió. LA CIFRA 350.000 JUBILADOS registraba Ecuador hasta septiembre del año pasado. En el 2010, eran 298.000.
El 78 % de la población paraguaya ocupada no posee un plan de jubilación, lo que equivale a unos 2,5 millones de trabajadores. Brasil, en cambio, apuesta a elevar la edad de jubilación hasta 62 años para las mujeres y 65 para los hombres e intentar equilibrar un sistema cuya subsistencia futura está amenazada. En Venezuela los pensionados perciben mensualmente unos 4’200.000 bolívares, un monto que no alcanza para comprar una bolsa de jabón. El Fondo Monetario Internacional recomendó en el 2016 a Panamá reformas para abordar el agotamiento de su fondo de pensiones.