EL FÚTBOL ES EL AFECTADO
En su momento la Liga Profesional aprobó la Copa Ecuador, pero al no jugarla, afecta la economía de los clubes de segunda categoría, que iban a encontrar una inyección monetaria en este torneo.
Tricolor podría pagar las consecuencias a la hora de que los clubes no quieran prestar sus jugadores, o peor aún, que se trabaje en un ambiente de tensión. No es ningún secreto que la Liga Profesional de Fútbol (LPF) de Ecuador ha tenido recomendaciones de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) en España. Y hay antecedentes que se asemejan a lo que sucede en el fútbol ecuatoriano. Una discordia de las partes más importantes de este deporte en el Ecuador. En 2015, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se declaró en huelga y suspendió todas las actividades futbolísticas tras un decreto de derechos de TV que los perjudicaba por parte del Estado.
La Liga de España, que no estaba en la misma sintonía con la RFEF, se opuso a esta medida y amenazó con utilizar las “acciones legales correspondientes” y en un comunicado oficial de siete puntos consideró “nula de pleno derecho” la huelga y convoca a todos los clubes a una Asamblea Extraordinaria.
La paralización de los torneos avalados por la LFP era algo que no aceptaban, y además, respaldaban el decreto por derechos de tv que imponía el Estado. Al final, tras varias conversaciones no se suspendió el fútbol y llegaron a buen puerto.