Aire EN EL
La respuesta al tráfico está en el aire; y para muestra dos botones. Una funciona en Sao Paulo y otra, muy pronto, en la Perla del Pacífico.
La primera es una ciudad con 12 millones de habitantes que cuenta con un tráfico terrestre ganador de récord Guinness tras sufrir un atasco de más de 300 kilómetros en hora punta. La segunda, Guayaquil, recibe a diario a 100 mil personas desde Durán, a las que llegar, es decir recorrer 15 kilómetros, les toma alrededor de 60 minutos cuando lo normal sería 19.
Para estos dos problemas hay dos soluciones aéreas. La ciudad paulista cuenta con Cabifly, una solución de Cabify que ofrece alternativas baratas de taxis aéreos. Y, la urbe porteña tendrá su aerovía en 2019 para conectarse con el cantón vecino en un estimado de 15 a 20 minutos.
Es así que, también los fabricantes de tecnología plantean conquistar los cielos como opciones a los atascos de tránsito. Las propuestas van desde taxis hasta vehículos personales voladores.
No se trata de un objetivo fácil, aunque el nivel tecnológico al que hemos llegado en lo referente a transporte es alto, los vuelos exigen mucha energía y las baterías actuales deben mejorarse para que den más autonomía con menos volumen, entre otros aspectos.
Está claro que hay un auge en las iniciativas desde hace algo más de dos años y el fin es un futuro de tráfico aéreo autónomo. Los diseños por ahora resultan muy futuristas y cuesta considerar realistas, pero están casi listos.
Uber y la NASA, por ejemplo, trabajan juntos para crear un sistema de transporte autónomo y eléctrico, con un sistema propio de gestión de tráfico aéreo. El servicio, llamado UBERAIR, se pondrá en fase de test en 2020 dentro de Los Ángeles. Sus naves serán de tipo VTOL (Vertical Take-off and Landing, o despegue y aterrizaje verticales) con cuatro rotores, cada uno con dos motores eléctricos de 100 kilovatios y con su batería de 140 kilovatios (autonomía de hasta 15 minutos). La velocidad máxima será de 120 km/h, cabrán cuatro pasajeros, y aunque la idea es que sean autónomas podrán ser pilotadas también por seres humanos.
Entre los prototipos personales están el Volocopter, el Flyer, Skydrive, el Pop Up Next y más de una docena de opciones. Las predicciones apuntan a que será el 2030 la década en la que se cumplan las condiciones para ir, literalmente, volando de la casa al trabajo.