El irrespeto atasca las rampas en la Alborada
La falta de señalética y control dificultan la movilidad inclusiva ❚ Un colectivo trabaja en una veeduría para hallar soluciones
Las calles de la Alborada pueden convertirse en una pesadilla para quienes dependen de una silla de ruedas para movilizarse por la ciudadela. Esta angustia Manuel Auz y su esposa Ninfa Salazar la conocen bien.
Ellos son moradores de la séptima etapa de la Alborada hace varios años. “Aquí los carros hacen carreras y a uno le toca correr, lamenta Manuel.
Pese a que a lo largo de la avenida José María Egas existen rampas para facilitar la movilidad inclusiva nadie las respeta ni las hace respetar. “Los vigilantes de tránsito nunca vienen a vigilar el sitio”, cuenta Auz.
EL DETALLE Sanciones. Quienes se estacionen bloqueando las rampas de acceso para personas con discapacidad física serán multados con una cantidad de $ 375.
El irrespeto que se observa en la imagen, y que se repite en las esquinas continuas, no solo la hacen los vehículos y motocicletas como pudo constatar EXPRESO, sino también los vendedores de comida con sus carretas, que según Manuel “se estacionan justo sobre las rampas en las noches”.
Otro de los problemas, que según la pareja de esposos se agudizó cuando la avenida Egas se convirtió en una de las arterias más transitadas -por ser la ruta de desfogue desde el nuevo puente de Samborondón- es la escasa señalética que hay en el lugar, que sumado al poco control de tránsito caotiza la movilidad de las personas con discapacidad motriz.
“Es muy incómodo tener que levantar a mi madre con todo y silla por la vereda. A veces yo prefiero ir por la calle que usar la vereda”, comenta Pablo Camacho, quien circula diariamente por la zona con su madre parapléjica.
Betsabé Pilao, presidenta de la Asociación de Hemipléjicos, Parapléjicos y Cuadripléjicos y Amputados del Guayas, explica que “se está trabajando en una veeduría ciudadana que recorrerá barrios y ciudadelas de la ciudad con la finalidad de constatar la construcción y el respeto de los espacios de inclusión.
Si bien en la avenida José María Egas aún no se concluyen los trabajos de regeneración, Pilao considera que el respeto de esos espacios es tarea de la Agencia de Tránsito Municipal. “En los sitios donde ya existen las rampas, como es el caso de la Alborada, la autoridad debe tener en cuenta que esos espacios no están allí para verlos, sino también para utilizarlos”, enfatiza.
OTROS PROBLEMAS