Institucionalidad
Pese a los esfuerzos oficiales para emprender un proceso de recuperación institucional, los resultados aún no aparecen. Se dispusieron fusiones de determinadas entidades públicas, se eliminaron otras, y se aseveró que con tales medidas se conseguiría una mayor fluidez en el funcionamiento del aparato del Estado, pero esa pesada carga no ha sufrido ningún significativo efecto, ninguna notoria conmoción.
Una de las pautas que ha de cumplir cualquier decisión en ese sentido, para que adquiera el nivel de política de Estado, debe partir de las circunstancias regionales que marcan la dinámica nacional. Así, si se pretende impulsar un modelo de desarrollo en que el funcionamiento de la economía se enlace con el desenvolvimiento eficaz de la presencia estatal, lo menos que se debe intentar es trazar una línea de respuestas oportunas en relación con las demandas locales, hasta ahora pospuestas por la perduración de una lógica de centralismo absorbente y anquilosado.
Esta visión del desenvolvimiento del país sufrió un duro retroceso durante el decenio correísta. Las iniciativas surgidas desde Guayaquil, por ejemplo, pese a que tuvieron un apoteósico, masivo y mayoritario apoyo, se vieron obstruidas por esa orientación centralizadora que pretendió convertirse en el objetivo de un sistema que privilegia el papel del Estado y desprecia la energía del conjunto de la sociedad.
Este gobierno tiene un reto irrenunciable: acometer una decidida gestión orientada a que la maquinaria gubernamental se justifique, pero no a partir de los compromisos clientelares sino desde las demandas sociales y las necesidades regionales y locales. En ambos casos las exigencias son inmediatas. El gasto en la burocracia debe racionalizarse para evitar la continuidad del desangre, y la reorientación de la presencia territorial del Estado debe tornar expedita la atención de este, a través de la devolución de las facultades que les fueron arrebatadas a las dependencias públicas en las diversas provincias y ciudades.
Las ofertas deben concretarse.