Daniel Ortega llama golpistas a los obispos
EE.UU. exige “elecciones libres” en Nicaragua y anuncia el inicio “no el fin” de las sanciones ❚ La ONU se sumaría al diálogo
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha subido el tono contra la Conferencia Episcopal de Nicaragua. El mandatario ha arremetido contra los obispos, a los que ha llamado golpistas y a quienes quiere expulsar de la mesa de diálogo que trata de negociar una salida a la crisis política que vive el país centroamericano, que ha dejado más de 300 muertos desde abril. El sábado, decenas de miles de personas salieron a la calle en apoyo a la actuación de la Iglesia católica, cada vez más crítica con Ortega y a la que este había pedido su mediación.
LA FRASE Vamos a buscar cómo crear las condiciones para fortalecer la comisión del diálogo. DANIEL ORTEGA, presidente de Nicaragua
Tras la petición de Ortega a la Iglesia, a inicios de mayo, los obispos convocaron a un grupo destacado de personalidades entre ellos estudiantes, empresarios, campesinos, feministas, sindicalistas y académicos- para que negociaran con los delegados de Ortega. Así se formó la opositora Alianza Cívica. El mandatario esperaba poder controlar las negociaciones, pero desde el primer día del diálogo, el 18 de mayo, cuando Ortega estuvo presente, el diálogo no fue como él esperaba.
Desde entonces, en las negociaciones, gracias a la presión de la Alianza Cívica y la mediación de la Iglesia, se ha logrado que organizaciones internacionales de derechos humanos entren en el país para documentar el nivel de violencia y que se forme un grupo de expertos independientes que investigue la situación que vive el país desde mediados de abril, cuando comenzó la crisis. Los obispos presentaron a Ortega una propuesta de negociación que incluye el adelanto de las elecciones a marzo de 2019, pero el mandatario, aferrado al poder, ha rechazado discutirla. El diálogo sigue estancado.
Durante la celebración del 39º aniversario de la revolución sandinista en Managua, Ortega acusó a los obispos de golpistas e intentó de desacreditarlos y borrarlos como mediadores del diálogo. Fuentes consultadas en Managua afirman que el mandatario quiere moldear un diálogo a su medida, por lo que está negociando con el Sistema Centroamericano de Integración Económica (SICA) para que esta organización funcione como garante de los acuerdos.
La Alianza Cívica ha dicho que no permitirá que los obispos sean retirados como mediadores. Fuentes diplomáticas explicaron que los países centroamericanos no han aprobado la mediación del SICA en las negociaciones.
“El SICA es de las pocas instancias que le quedan a Ortega”, explica el analista Alejandro Bendaña, exembajador de Nicaragua ante Naciones Unidas. “La última resolución del SICA no le fue totalmente negativa a Ortega, pero ahora el Gobierno de Costa Rica, presionado por una cantidad de sectores y por la situación migratoria que tiene, es posible que no permita que el SICA sea ese actor en el diálogo”, advierte.
El Gobierno de Carlos Alvarado sigue de cerca la crisis nicaragüense por las consecuencias que tiene para Costa Rica el éxodo de miles de refugiados y por las consecuencias que tendría para su país el estallido de un nuevo conflicto regional.
La cadena CNN en Español anunció ayer que transmitirá una entrevista exclusiva con Ortega, pero en fragmentos anticipados de ese diálogo discutió la realización de un referendo sobre la posibilidad de anticipar las elecciones.
“Podemos preguntarle a la gente, claro que sí. El problema aquí es que si dicen que ‘sí’ haremos elecciones anticipadas, pero si dicen que ‘no’ van a decir que hicimos fraude”, dijo.
En otro anticipo de la entrevista, Ortega afirmó que ha contactado al secretario general de la ONU “y diferentes organismos internacionales” para “fortalecer la comisión del diálogo y que esto nos ayude a que tengamos buenos resultados”.
En tanto, la Casa Blanca exigió ayer “unas elecciones justas, libres y transparentes” para la restauración de la democracia en Nicaragua, y abrió la puerta a más sanciones a funcionarios del Gobierno de Ortega si no detiene la “indiscriminada” violencia, que ha dejado ya más de 350 muertos.
“Estas son el principio, no el final, de sanciones”, remarcó la Casa Blanca. En concreto, EE.UU. anunció que revocará los visados de funcionarios nicaragüenses vinculados con la violencia contra los manifestantes, así como sus familias, se agregó en el comunicado.
SEGÚN EE. UU.