El lado positivo
Casi medio millón de venezolanos han entrado al país. Vienen huyendo de la miseria. Inicialmente llegaron empresarios, académicos y profesionales; como en casi todas las dictaduras logran salir primero los que cuentan con recursos. Luego empezaron a llegar los de a pie. Viajar en bus resulta muy caro. Caminan. Las terminales terrestres reciben miles, solos o con sus pequeños. Vienen a quedarse o a reposar para seguir hacia el sur.
Refugiados, asilados, migrantes al fin y personas sobre todo, que tuvieron que abandonar su familia y país. Aparecen en nuestras vidas y, al igual que nosotros, quieren empleo y vivir dignamente.
Gente supone que recibirlos nos hará mal. Sin embargo, llama la atención lo que sobre este tema dice el diario El País, en su artículo que titula Los refugiados devuelven más de lo que reciben, (edición del 20 de junio de 2018, por Miguel Ángel Criado): “el gasto que generan es compensado por un aumento del PIB, ingresos por impuestos… El profesor de economía de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), Luigi Minale, ha investigado la oleada de refugiados de 2015. Aunque sostiene que aún es pronto para valorar su impacto, solo aquel año solicitaron asilo más 1,5 millones de personas, a los que había que añadir los muchos miles de inmigrantes puramente económicos. No hay indicios de que la economía europea se haya resentido en estos años de tal aluvión.
Minale sí cree que hay suficientes datos históricos basados en oleadas anteriores para desechar los argumentos antiinmigrantes. “El efecto sobre el mercado de trabajo es muy cercano a cero”, dice. Hay diversos estudios, en particular en EE. UU., que han encontrado un ligero impacto negativo sobre los trabajadores menos cualificados pero, en paralelo, afectando positivamente a los mejor cualificados. También positivos son otros efectos encontrados, como un aumento de la innovación y, fuera de la economía, un rejuvenecimiento demográfico. En cuanto a la fiscalidad, “estudios en el Reino Unido muestran que, tras la apertura al este, el efecto neto de los inmigrantes ha sido positivo”, comenta el investigador italiano”.