Tres décadas sin saber de sus hermanos
Fueron entregados por su madre a diferentes familiares por necesidad
La pobreza separó a cuatro hermanos durante treinta años, pero el destino hizo que el martes pasado tres de ellos se reencuentren, a pocos días de pedir ayuda a la Policía Nacional y a la Fiscalía.
Los hermanos fueron criados por diferentes familiares, a los que su madre los entregó al no poder mantenerlos. Una penosa historia que inició en 1988 en Gualaquiza, provincia de Morona Santiago.
Con los ojos humedecidos de sentimientos encontrados durante el reencuentro, Nancy Quezada (la mayor de los cuatro) recordó ese día en el que su progenitora tomó aquella decisión, que también la golpearía.
Apenas tenía 10 años de edad cuando, al igual que su hermana Tatiana Quezada (en ese entonces de 5) y sus hermanos de madre Edwin Guaraca (de 6 años) y Susana Guaraca (de 3) partieron por distintos caminos.
En un hondo suspiro que evocó la niñez que tuvo sin el contacto con sus hermanos menores, Nancy contó que hace ocho años “con la bendición de Dios” pudo dar con el paradero de Tatiana y Edwin, quienes, como ella, habían sido llevados a Cuenca.
Por gestiones personales, conoció además que Edwin habría emigrado a España, hace año y medio. Pero faltaba saber de la más chiquita, Susana.
Envuelta en la desesperación por no saber la suerte que había corrido la cuarta de sus hermanos, Nancy solicitó la colaboración de la Fiscalía y de la Dinased para su búsqueda.
La respuesta no tardó en llegar. Seis días después de la solicitud de búsqueda, los investigadores dieron con el paradero de Susana, quien estaba en El Oro. Los protocolos de identificación dieron positivo para verificar que se trataba de la persona a quien buscaban, explicó Juan Ruiz, jefe de la Dinased en Azuay.
El reencuentro fue mágico en la Sala de los Próceres de la Gobernación de Azuay. Nancy, Tatiana y Susana se fundieron en un fuerte abrazo, que no solo las llenó de lágrimas a ellas, sino a algunos de los presentes. Únicamente atinaron a decir que de ahora en adelante estarán unidas por el resto de sus vidas, que ahora se enlazan gracias a la Dinased y a la Fiscalía.
LA CIFRA 6 DÍAS demoró la investigación que permitió conocer el paradero de la última hermana.