En seis puntos hay muros que son un peligro para el tránsito
Las pequeñas moles de hormigón afectan la circulación en sitios como la vía a Daule y Tanca Marengo ❚ Por lo general están en zonas de escasa iluminación
EL DETALLE Disposición. Tras el retiro de los muros, los vehículos livianos deben circular máximo a 70 km/h y los pesados a 50 km/h. PANORAMA
El pasado 26 de junio, dos personas oriundas de Carchi fallecieron cuando el furgón en el que viajaban chocó contra un muro divisorio del kilómetro 8 de la vía a Daule. El desconocimiento de la presencia de ese elemento y la escasa iluminación incidieron en el accidente de tránsito.
Aunque la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) las ha retirado en la mayoría de los tramos, las pequeñas moles de hormigón que aún permanecen representan un peligro para quienes circulan especialmente en los kilómetros 8 y 14 de la carretera, así como en la avenida Juan Tanca Marengo.
La falta de una señalización o de pintura en los espigones incide en que continúen los choques también en otros puntos de la ciudad, como en la Pedro Menéndez Gilbert, específicamente a la altura de la Junta de Calificación Militar, donde hay un muro de 350 metros.
Los muros divisorios fueron construidos hace más de tres décadas en las arterias antes mencionadas porque eran las rutas que frecuentaban los buses interprovinciales hacia la terminal terrestre y también los camiones que movilizaban la mercadería al entonces mercado de la Pedro Pablo Gómez.
Las pequeñas barreras dejaron de funcionar en esas vías con la ordenanza del año 2000, que restringía la circulación de unidades pesadas y extrapesa- das, pues estaba habilitada la autopista Narcisa de Jesús Martillo Morán, así como el Mercado de Transferencia de Víveres.
Pero el retiro de los muros divisorios no es tarea fácil, indicó el jefe de Planificación de la ATM, Freddy Granda.
“Son elementos monolíticos adheridos a la losa de pavimento. Hay que retirarlos con maquinaria y luego fundir con unos 30 centímetros de hormigón. Así evitamos que el espacio quede rugoso o permanezcan puntas que ocasionen daños a los neumáticos”, precisó.
En la Tanca Marengo se retiran unos 1.500 metros de muros. Están pendientes otros 700 a la altura del Liceo Cristiano y de la avenida Las Aguas.
Para el próximo mes se desalojarán las moles en los kilómetros 8 y 14 de la vía a Daule. Además se contrató señalización horizontal y vertical.
Pero hay otros puntos de Guayaquil con barreras divisorias. En la avenida Francisco de Orellana, a la altura del complejo Tres Cerritos, no han resultado los dispositivos de seguridad vial que se colocaron para evitar que algún conductor se estrelle con las pequeñas moles, ante la falta de visibilidad.
El taxista Gerardo Fernández fue testigo de un choque entre dos autos en el sitio, hace dos semanas. “Uno de los conductores no se había percatado del muro... Por suerte no hubo heridos, pero el peligro persiste”, manifestó.
Las largas puntas de hormigón son también un dolor de cabeza para quienes circulan en la Perimetral (a la altura de la etapa 12 de Bastión Popular) con dirección a la Francisco de Orellana, y desde Pascuales hacia el desvío a Mucho Lote o la Perimetral.
En el último punto mencionado es constante el riesgo de que se produzcan choques, debido al poco espacio y tiempo que tienen los vehículos para cambiar de ruta.
En ambos sectores la ATM anunció que hará un rediseño geométrico, que debe complementarse con luminarias.