Beber en mate y caña guadua, una usanza en Los Colorados
En el campo manabita aún conservan algunos de los utensilios utilizados antiguamente ❚ Sirven para guardar o llevar líquidos manteniendo su frescura
EL DETALLE Sectores. En sitios aledaños no se desperdicia un solo pedazo de caña, la artesanía le ha dado a este material color y vida conviertiéndose en obsequios. CREATIVIDAD
El beber agua en cacho de vaca o en mate pareciera cosa del pasado. Sin embargo, en Los Colorados, una zona montañosa de la parroquia rural de San Pablo de Pueblo Nuevo, en el norte del cantón Santa Ana (Manabí), sus habitantes aún elaboran y utilizan este tipo de recipientes ancestrales.
Por los compartimentos naturales que tiene la caña guadua, en un tallo de esta se pueden guardar hasta dos y tres clases de líquidos a la vez, manteniendo su frescura por varios días.
Los agricultores y ganaderos utilizan estos trozos de caña como cantimploras durante sus duras faenas en el campo.
“Nuestros ancestros utilizaban la caña para almacenar agua y trasladarla desde el río hasta nuestras viviendas, que estaban ubicadas a cientos de metros. Se colocaba el líquido dentro de las cañas de 6 a 8 metros de largo y las llevábamos en hombros o en caballos”, relata el artesano.
Cevallos explica que por la necesidad del campesino de tener el elemento vital en su sitio de trabajo (labrar la tierra), además de utilizar estos pequeños utensilios confeccionados en troncos de caña, también llevaban cachos de vacas o recipientes en mates.
Él es el único artesano de la parroquia La Unión, que con su oficio mantiene vivos estos artículos y hábitos ancestrales.
Para que el líquido introducido pueda conservar su auténtico sabor por varias semanas o meses, a los materiales se les hace un especial proceso de tratamiento. La caña guadua debe ser cortada en luna llena o cuarto menguante.
A la hora de confeccionar las cantimploras de caña se selecciona el material (caña guadua), lue-