Maduro despenaliza el negocio de divisas
La fallida economía busca oxígeno con la concesión al mercado ❚ La medida tendría un efecto limitado, pues excluye a la banca
Tras 15 años de prohibiciones, Venezuela autorizó ayer a transar divisas en casas de cambio para atraer capitales y paliar la hiperinflación, aunque según expertos su impacto será limitado.
A pedido del presidente Nicolás Maduro, la oficialista Asamblea Constituyente, no reconocida por varios países, derogó una ley que castigaba con multas y penas de hasta 15 años de cárcel a quienes realizaran operaciones al margen de un rígido control cambiario.
LA FRASE Tengo dudas de que un régimen dual pueda funcionar. Será otra experiencia más de un mercado fallido. JOSÉ GUERRA, exdirectivo del Banco Central
“Los actores económicos quedan facultados para dirigirse a las casas de cambio que serán autorizadas por el Ejecutivo y hacer cualquier operación de manera legal y segura”, señaló el vicepresidente de economía, Tareck El Aissami, ante la Constituyente.
Desde que fue impuesto en 2003, el control de cambios dio al Estado el monopolio de las divisas y la potestad de fijar la tasa, pero la falta de liquidez disparó un mercado negro donde las cotizaciones multiplican por 30 la oficial.
Analistas sostienen que ese diferencial potencia la corrupción y genera presiones inflacionarias, pues la mayor parte de las importaciones privadas se realizan con dólares del mercado paralelo. El FMI proyecta para 2018 una caída del PIB de 18 % y una inflación de 1’000.000 %, disparada que obligó al Gobierno a eliminar cinco ceros a la moneda local, el bolívar, a partir del próximo 20 de agosto.
El objetivo es “devolverle a la clase trabajadora su poder adquisitivo”, afirmó El Aissami.
La reforma también pretende incentivar la inversión extranjera, al permitir que las empresas “puedan repatriar sus capitales”, había dicho el ministro en días pasados.
La medida no precisa cómo se fijará la tasa en las casas de cambio ni qué pasará con la oficial, en la práctica intrascendente ante la baja asignación de divisas por el Estado, lo que da primacía al mercado negro.
Pese a ello, “es una buena noticia, especialmente si permite que lo que los privados han venido haciendo, trabajar con sus dólares, no sea penalizado”, indicó el director de la consultora Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
La medida, que abre el juego a las casas de cambio, tendría, sin embargo, un efecto limitado, pues excluye a la banca.
“Si todo se limita a casas de cambio, no es tan significativo. Si se pudieran hacer operaciones en el sistema bancario, la oferta de dólares aparecería, pero pareciera que no está planteado”, comentó el director de la firma Econométrica, Henkel García.
Y sin una unificación de tasas las distorsiones se mantendrán, opina el diputado opositor José Guerra, exdirectivo del Banco Central.
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