“Ningún político asomó en la marcha pro vida en Guayaquil”
Si bien cualquier minoría también tiene derechos, es una “obligación” de nuestros notables asambleístas, legislar para la mayoría, así esta tarea no sea electoral ni económicamente redituable para ellos.
Esta tesis la confirmó la no aparición de un solo político en la multitudinaria Marcha Pro Vida del pasado 28 de julio.
Además, también con el banal afán de captar la votación de un segmento mínimo de la población que no llega ni a un 10 %, nuestros representantes congresiles se han dedicado a la infausta tarea de legislar para ella, contrariando así expresamente las reglas de todo Estado de ‘Derecho’ y que se precie de su normativa legal, que es la síntesis emblemática de su desarrollo cultural y social.
Habría que analizar entonces, ¿qué oscuros intereses los motivan a obrar de manera contraria a la razón, a la simple lógica y al Derecho, y quiénes están financiándolos?
No resultaría nada raro que nuevamente aparezcan detrás las transnacionales farmacéuticas que manejan la anticoncepción en el mundo, ya sea vendiéndonos sus dispositivos internos y externos anticonceptivos, sus pastillas abortivas, y para completar el círculo… sus sofisticadas máquinas para descuartizar y extraer a los bebes del vientre de sus madres asesinas.
Consulto a ustedes, amables lectores, ¿qué mente sana no corroída por la codicia mundana, podría impulsar este tipo de normativa criminal?
Dr. César E. Benítez Jiménez