Elssie Cano publica su segunda novela.
La escritora La obra juega con el realismo mágico y la historia nacional
Aunque salió de la imprenta hace pocos meses, ‘Idrovus’ existe desde al menos tres décadas. La historia, explicó su autora, nació en circunstancias inusuales, de las que a veces duda; pero lo innegable es que, una vez ideada, la novela continuó escribiéndose año a año en pequeñas explosiones de ideas. Décadas después se convirtió en un libro, en una novela que cree, siempre estuvo destinada a escribir.
“La primera vez que escuché la palabra ‘Idrovus’ fue de dos extraños, que me invitaron a su pueblo, donde un libro con ese nombre se había escrito. Pero aunque lo busqué por años, nunca lo encontré. Me hizo pensar que quizás era yo quien debía escribirlo”, narró Elssie Cano.
Y al igual que esta curiosa explicación, la segunda novela de la ecuatoriana residente en Estados Unidos, rompe las líneas entre la realidad y la ficción, entre la linealidad del tiempo y las rígidas barreras del idioma.
‘Idrovus’ transcurre en ‘Guayaquitos’, un pueblo imaginario digno de los populares Macondo de García Márquez y Comala de Juan Rulfo. Un pueblo donde, un acto de violencia do- I.-mercedes Díaz (Piura, Perú 1817); loroso e insuperable, motivó un cambio de nombre. Esta novedad motivó al olvido a quienes ahí vivían, menos a una pequeña, Luna, la protagonista de esta obra, quien se rehúsa a ocultar el pasado y a dejar ir de los fantasmas que habitan su casa.
Al igual que su novela previa, ganadora del premio Primum Fictum en España, la autora aborda el amor, la tragedia y la desgracia, temas que, explica, le atraen y suele recoger en su literatura. “Son temas que me seducen, que siempre están presentes en mis textos. Las historias bonitas, con finales felices no son mi estilo”, agregó entre risas.
La novela también I.-abad Díaz (1817); recoge eventos históricos del país, sobre todo las luchas universitarias sucedidas durante la última etapa del Velasquismo en el país. Decidió incluirlo, explica, porque fue un suceso que vivió poco antes de migrar a Estados Unidos y, también, para plasmar ciertas idiosincrasias latinoamericanas que han forjado la historia de nuestros pueblos.
“Guayaquitos es Ecuador, aunque no es un Ecuador literal. Esta historia de violencia es muy representativa y marca I.-jesús Díaz (1817); a Idrovus”, explicó.
Así como esta marca de identidad nacional, la obra también se caracteriza por el uso de palabras coloquiales como ‘descuajaringada’, ‘huacañazos’ y ‘cocachos’, algo que, agrega, sirven para darle fortaleza a sus imágenes y mantener la sensación localista de la novela.
“En mi primera novela, ‘Mi maravilloso mundo de porquería’, mis editores españoles me indicaron que habían muchos términos que no comprendían I.-manuela Díaz (1820); I.-ignacia Díaz (1820); pero que querían conservar, y pasa lo mismo con esta obra. Son palabras de mi época, palabras muy ecuatorianas que son parte de la identidad”.
El proceso de edición, indicó, fue extenso, y contó con la intervención de tres lectores, entre ellos un coterráneo, que compartió sus impresiones y ayudó en la edición.
A la hora de hablar sobre esas impresiones se traducen al ámbito local y a la promoción de los escritores ecuatorianos que residen en el exterior, suspiró. “He encontrado mucho recelo entre los escritores de acá frente a los que venimos de fuera. Somos invisibilizados. Es una sensación extraña porque, al menos en Nueva York, los autores latinos somos muy unidos, nos apoyamos. Que eso no suceda aquí es triste”.
‘Idrovus’ se presentará mañana a las 18:00 en el campus centro de la Universidad de las Artes, ubicado en Malecón y Aguirre. El ingreso es libre.
enlazó con el general Jorge Antonio de Elizalde y La Mar (Guayaquil 3.IV.17954.V.1862), bautizado en la iglesia Matriz de un día de nacido, con los nombres de Jorge Antonio; otorgó testamento el 12.V.1862 ante el escribano José Luis Brito. Prócer de la Independencia de Guayaquil, más tarde general de la república,
I.-benedicta Díaz (1831); enlazó con Juan Zúñiga (1824); su hijo: 1.- Esteban Zúñiga y Díaz (Guayaquil 22.VIII.1851), bautizado en la iglesia de El Sagrario de 20 días de nacido, padrinos Aniceto Padilla y Mercedes Flores.
con Faustino Córdova (1815), ya fallecidos cuando testó su hijo: 1.- Marcos Córdova y Díaz (Guayaquil 1837), testó en esta ciudad a los 40 años de edad el 8.V.1877 ante el escribano Adolfo Abad; casado con María Villamar; tuvieron 12 hijos, 8 fallecieron niños, solamente vivían al testar su padre: casada con Juan de los Santos Navarro (1815); su hijo: 1.- Pablo Navarro y Díaz (Guayaquil 30.VIII.1840), bautizado en la iglesia de El Sagrario, padrinos Feliciano Valarezo y Modesta Morales. El 14° tronco lo establece: