Arturo estaba a punto de obtener su título
Iba a ser contador, pero el viernes pasado fue sorprendido por un delincuente ❚ Le propinó un disparo tras quererle robar
Ya le faltaba poco para ser un CPA (contador), pero los balazos que le propinó un malandrín le cortaron las aspiraciones a Arturo Coba Chamaidán, de 21 años.
Apenas salió de la Universidad de Guayaquil, el estudiante fue al encuentro con su novia el viernes último, tal como se lo había contado por mensajes de texto el día anterior a su mejor amiga, Elizabeth Suárez.
Y cuando el reloj marcaba las 17:30, Coba caminaba por los alrededores del Mall del Sol, esperando que salga la mujer que lo había flechado. Y fue allí que apareció el supuesto pillo para intentar robarle. Al parecer, Coba intentó evadir el atraco y el delincuente le disparó en el pecho, matándolo de contado, como sucedió en noviembre de hace dos años con el periodista Robert Salazar, en el sur de la urbe.
“Cuando mi mamá fue para ayudarlo, porque es enfermera, mi primo ya estaba muerto. Y nos duele mucho porque era un muchacho correcto que jamás se metía en problemas. Cada vez que iba para algún lado, siempre le llamaba a su mamá para avisarle dónde estaría”, contó un familiar del asesinado, que ayer fue velado en su casa ubicada en la parroquia Chongón, sector de Colibrí 1.
Elizabeth Suárez era la mejor amiga de Coba. Se contaban sus penas y alegrías. El jueves chatearon por última vez antes de ir a dormir. “Somos amigos desde el colegio y siempre me hacía bromas cuando chateábamos. Hoy me sorprende que se haya ido. Siento una tristeza inmensa”, susurraba a través del teléfono la chica.
“¿Por qué les pasan esas cosas a las personas buenas? ¿Y ahora quién me dirá feota, quién me dará consejos, quién me va a apoyar, a molestar como tú lo hacías, a acompañar en el bus para ir a la U?”, posteó en su cuenta de Facebook la joven.
De esa manera, allegados y amigos lamentaban la inesperada partida del joven, que era el mayor de los tres hermanos procreados por Manuel Coba y Silvia Chamaidán.