Necesidades
El respeto a la autoridad se enseña desde la casa y en las primeras etapas de la educación en la escuela. Establecer límites ante figuras de autoridad como los padres, desde edades tempranas, así como a profesores en las escuelas, se vuelve indispensable. Todo esto, acompañado con el respeto a pares desde la niñez, como hermanos y compañeros de clase, augura una convivencia ordenada en una sociedad a futuro.
Pero, ¿qué ocurre en una comunidad cuando el sentido del orden se ha perdido y la ley del “más bacán”, la del “vivo criollo”, es la que predomina? ¿O cuando no se cumple con obligaciones tan simples como respetar la luz roja, la fila para acceder un servicio? ¿O someterse por ejemplo a las indicaciones que dan quienes ejercen alguna forma de autoridad?
Cuando los principios de orden y respeto se pierden en una comunidad, estamos ante un problema que no podrá resolverse sino después de que haya pasado, probablemente, una generación en la que padres y maestros noten la importancia de su rol y la necesidad de imponer límites. Pensemos que con un poco de atención adecuada de los padres hacia el comportamiento de sus hijos, podrían evitarse temas tan graves como el ‘bullying’ estudiantil, por citar uno.
Observemos entonces, ciertos hechos sucedidos en nuestra sociedad en el último mes: la agresión a un vigilante de tránsito por parte de un conductor, quien comenzó a golpearlo generando la reacción del oficial de tránsito, lo que dio paso a una pelea callejera; y lo ocurrido el pasado fin de semana, cuando unos guardias de seguridad fueron golpeados en la garita de una ciudadela cerrada en el norte de la ciudad. Ambos acontecimientos, que se hicieron conocidos a través de las redes sociales, deben llevarnos a preguntarnos ¿qué está pasando en nuestra comunidad, que la violencia impera al momento de resolver problemas? Quizás nos toque mirar al interior de nuestros hogares y escuelas, y replantearnos la forma, algunas veces, contemplativa y condescendiente, como estamos educando para el futuro, reflexionando sobre la responsabilidad de educar con el ejemplo.