Cordero, el último superintendente del correísmo
Defendió su gestión e independencia ante el Consejo de Participación
Ligereza, errores conceptuales, equivocaciones. Esos fueron algunos de los términos que usó Fernando Cordero, superintendente de Ordenamiento Territorial, para calificar el informe de evaluación hecho en el Consejo de Participación Transitorio.
Ayer fue su turno para defenderse. Cordero es el último de los superintendentes electos bajo el auspicio del correísmo que pasa por este proceso. Los demás Bancos, Compañías, Economía Popular, Comunicación, Control de Poder de Mercado- fueron cesados o reemplazados.
En 30 minutos el también expresidente de la Asamblea y exministro de Rafael Correa defendió su cargo y a la Superintendencia. Aseguró que posee título de cuarto nivel y que no tiene conflicto de intereses.
Cuestionó las observaciones que le hicieron sobre su posible falta de independencia e imparcialidad por su cercanía con Correa. Es más, dijo, que le “ofende” que de “forma ligera e irresponsable” se analice sus 20 años en la función pública por un párrafo de una publicación de prensa. Aunque aseguró que el mismo informe concluye que esa cercanía no lo descalificaba para ocupar el cargo. Se congratuló que, al menos, en este caso se eliminó la “inconstitucionalidad actitud de perseguir a personas por su militancia política”.
No fue la única puya que lanzó al Consejo. Para Cordero, es inaceptable que las evaluaciones se hagan desde una “opinión que no se ajusta al mandato que tenían que cumplir”.
Según él, en los seis meses de gestión que ha tenido ha cumplido con las disposiciones legales así como con los planes, reglamentos e indicadores.
Le tocó también defender la existencia de la Superintendencia. Los evaluadores del Consejo creen que su creación fue inconstitucional, que -por lo tanto- hay un innecesario gasto del presupuesto y que existe una superposición de funciones con el Ejecutivo y los gobiernos locales. Argumentos “inaceptables” para Cordero. Lamentó que el informe haya abordado ese tema porque no era objeto de la evaluación.