Diego Costa bebe la COPA DE LA VICTORIA
Y Qué mejor motivación para Diego Costa que empezar la temporada anotando un doblete en el encuentro en el que se coronaron campeones de la Supercopa de Europa ante el Real Madrid por el marcador de 4-2, club que hace cuatro años le amargó conquistar su primer trofeo de la Champions League en la final de Lisboa 2014.
73 GOLES ha anotado en cinco temporadas con la indumentaria del Atlético de Madrid.
El delantero del Atlético de Madrid se cobró la revancha pendiente contra su rival de patio, siendo el protagonista como líder y motor del equipo en la final jugada en Tallin. El brasileño internacional con España revolucionó el choque desde el primer minuto del enfrentamiento, en una pelota compartida se fabricó el primer gol al segundo 49, el gol más rápido de la historia de las finales europeas, con un autopase de cabeza que dejó fuera de acción a sus marcadores Ramos y Varane para el resto del juego, se convirtió un constante dolor de cabeza para los dos centrales blancos que fueron incapaces de controlarlo.
Hace cuatro años, en el estadio del Benfica, por una lesión que también lo había apartado una semana antes de conquistar la liga en el Camp Nou contra el Barcelona (1-1), en una lucha contra reloj, contra las sensaciones y contra la lógica de la recuperación de una dolencia muscular, apenas duró nueve minutos de la contienda.
En la primera jugada del choque ya sintió que no estaba en condiciones. Ni siquiera saltó en un balón largo, precisamente, frente a Sergio Ramos; nada que ver con el partido del pasado miércoles en Tallin, que desde su primera intervención, similar, demostró la imponente puesta en escena de un futbolista voraz, con potencia y gol.
Costa, que fue elegido como figura de la final, recalcó que están en condiciones de pelear por todas las competencias. “Podemos pelear contra cualquier equipo”, dijo el Lagarto.