Guayaquil en la encrucijada
Las elecciones seccionales plantean en Guayaquil una especie de encrucijada. Por un camino se va a la continuidad, no al continuismo, porque este es un vicio que asume una actitud de pertenencia y ni la ciudad ni su Cabildo pertenecen a nadie más que al pueblo guayaquileño. La continuidad representa una línea de conducta que marca lo necesario para que el ente seccional pueda cumplir sus tareas y compromiso con la ciudad. Es decir, asumir una postura que siga la misma línea de conducta que trazaron los personeros considerados como ejemplos de entrega al servicio, al margen de toda consideración, especialmente de las que se pueden calificar como políticas. Febres-cordero rescató a Guayaquil y a su Cabildo del oscuro y tétrico abismo en el que habían caído y lo hizo sin privilegiar la presencia del Partido Social Cristiano, porque cuando en los entes seccionales se hace partidismo político, los resultados son funestos. Cynthia Viteri dejó el Partido Social Cristiano y se acercó al movimiento Madera de Guerrero, pero este movimiento que también es el de Nebot, no dijo ni media palabra en la gestión que culmina el alcalde al cabo de doce años.
En el otro camino se habla de cambio de modelo, de aquel implantado por Nebot, que limita el gasto corriente, de manera que solo 15 % de los ingresos se destinan a ese rubro y 85 % a obras y a soluciones de los problemas de la ciudad. Si un postulante plantea el cambio de modelo podría decirse entonces que privilegiaría el gasto corriente en desmedro de las obras básicas. Y no debería oponerse a la construcción de un aeropuerto internacional que no le costará un centavo a la ciudad ni al Concejo, y que se lo hará solo cuando la realidad de las empresas aéreas demuestren un sólido estado de progreso, para que sea una puerta de entrada al Ecuador. Asimismo, Posorja debe dejar de ser parroquia rural para convertirse rápidamente en distrito portuario de Guayaquil, con muelles para que atraquen los buques más grandes y con un moderno astillero que le vuelva a dar a la ciudad la calidad de primer puerto del Pacífico. Los informales deben tener la oportunidad de progresar y de acceder a la economía formal, como lo ha iniciado Nebot, considerando la concesión de créditos para su actividad y la organización de empresas o cooperativas de comercio en las que ellos participen.
...el modelo implantado por Nebot es el de la limitación del gasto corriente... 15 % de los ingresos se destinan a ese rubro y 85 % a obras y a soluciones de los problemas de la ciudad’.