El empleo juvenil es cosa humorística y cuántica
El presidente Lenín Moreno presentó dos programas de empleo
Lenín Moreno desaprovechó ayer una oportunidad única para profundizar y defender el plan económico de su Gobierno. Su primera aparición pública luego de anunciar su paquete de medidas fue, precisamente, para hablar de empleo: en la Universidad Católica de Quito, acompañado por el ministro del Trabajo, Raúl Ledesma, y el secretario técnico de la Juventud, Elías Tenorio, asistió a la presentación del Pacto por el Empleo Juvenil, que contempla una alianza entre los sectores público y privado para promover la colocación de jóvenes de entre 18 y 26 años. Pero en lugar de centrarse en las políticas públicas el presidente se decantó por la frivolidad del humor blanco y las intrincadas ramificaciones de la mecánica cuántica.
El acto contó con la presencia de los empresarios embarcados en los planes Mi Primer Empleo y Empleo Joven. Miembros de la Cámara de la Industria y la Producción, integrantes del Consorcio Ecuatoriano por la Responsabilidad Social Empresarial (Ceres) y representantes de diferentes empresas se identificaron levantando un cartelito con las palabras “Yo me sumo” que los organizadores les habían repartido. Asistieron también un puñado de asambleístas del oficialismo, algún secretario de Estado y el cuestionado prefecto de Manabí, Mariano Zambrano, a quien Lenín Moreno se detuvo a saludar con deferencia a la salida, mientras los jóvenes de la llamada Orquesta Sinfónica del ministerio del Trabajo despachaban ‘El chulla quiteño’ alegremente.
Con Mi Primer Empleo y Empleo Joven el Gobierno busca, según la información y los discursos oficiales, “fomentar la empleabilidad”, eufemismo técnico con el que se evita decir con claridad que los planes no abren directamente puestos de trabajo sino que incrementan la posibilidad de los jóvenes para conseguir uno. Se emplearán 230 millones de dólares para devolver a las empresas la mitad del salario básico de 60 mil jóvenes y para cubrir el costo de 20 mil pasantías hasta el 2021. Al término de ese período los jóvenes podrán optar por una plaza de trabajo estable. La población joven desempleada, según el propio Raúl Ledesma, es de 200 mil personas. “Nadie ha dicho que sea suficiente lo que se está haciendo”, admitió el ministro.
Lenín Moreno habló durante 33 minutos. Con su gracia proverbial rememoró los años felices de la juventud, cuando se dedicaba al deporte y a la filosofía, “lo que sea con tal de no trabajar”, y asistía a las humoradas vespertinas, donde los chicos tomaban cocacola con canguil y bailaban separados bajo la estricta vigilancia de los padres o de alguna abuela ciega que les decía: “dejarán espacio para el espíritu santo”. ¡Cómo le habría gustado contar en esa época con las posibilidades que el plan Mi Primer Empleo ofrece a los jóvenes de hoy! Todo gracias al diálogo entre los sectores público y privado, diálogo al que solo acceden las mentes abiertas capaces de entender la multiplicidad y la contingencia del mundo y de los seres que se explican a la perfección en la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica.
“No podemos seguir pegados a una ideología que fue elaborada en los tiempos de la mecánica clásica de Newton”, explicó. Cualquiera entiende.
EL DETALLE Programa. El plan de inversión gubernamental incluye desembolsar unos 230 millones de dólares para emplear a 80.000 jóvenes, hasta 2021.