Rusia prepara una práctica militar de gran envergadura
El Ejército desplegará 300.000 soldados y participarán más de mil aviones y helicópteros y dos flotas ❚ Se trata del mayor ejercicio desde la época soviética
Rusia realizará en septiembre las mayores maniobras militares desde la Guerra Fría, concretamente desde 1981. Los ejercicios, especificó el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, tendrán lugar del 11 al 15 de septiembre en Siberia oriental y el Extremo Oriente ruso, con el despliegue de casi 300.000 soldados y la participación de unidades de los Ejércitos de China y Mongolia. Shoigú hizo el anuncio este martes en Abakán, capital de la república de Jakasia (Siberia). En el operativo participarán más de mil aviones y helicópteros y dos de las flotas rusas.
LA FRASE Estos ejercicios, que tendrán lugar del 11 al 15 de septiembre, en algunos aspectos son de mayor envergadura. SERGUÉI SHOIGÚ, ministro de Defensa de Rusia
“En algunos aspectos repiten (el despliegue) de las maniobras Occidente-81: más de 1.000 aviones y helicópteros, casi 300.000 efectivos que actuarán en casi todos los polígonos de los distritos militares Central y Oriental, con participación de las flotas del Pacífico y del Norte y de todos los paracaidistas. Imagínense 36.000 vehículos militares (tanques, blindados de transporte y de infantería, tanquetas) en movimiento a la vez, todos ellos en condiciones muy cercanas a las de combate”, explicó entusiasmado Shoigú.
Consultado por si el coste de este despliegue masivo se justifica en una época en la que Rusia afronta crecientes demandas sociales (como la contestación a la impopular reforma de las pensiones), el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, calificó los próximos ejercicios, denominados Vostok-2018 (Oriente-2018), de “esenciales”. “La capacidad de defendernos en una coyuntura internacional que a menudo es agresiva y nada amistosa hacia nuestro país, hace que los ejercicios estén justificados”, dijo Peskov. Entre los temores del Kremlin se halla lo que considera un despliegue desproporcionado de la OTAN en su flanco occidental, de Polonia a los países bálticos, algo que Moscú cree injustificado.
El precedente más inmediato de estos ejercicios militares son los Occidente-2017, cuando se desplegaron 12.700 soldados en Rusia y Bielorrusia, según Moscú, aunque la OTAN rechazó esa cifra y apuntó que el volumen se aproximaba más bien a los 100.000 militares. La cifra de 12.700 tiene una explicación: el máximo que permite un acuerdo de la OSCE para que no haya necesidad de invitar a observadores internacionales a las maniobras es de 13.000 efectivos. Entonces, la Alianza siguió con atención su desarrollo a través de satélites artificiales y radares con el fin de hacerse una idea del potencial militar con que cuentan los Ejércitos de Rusia y Bielorrusia, uno de los más firmes aliados del Kremlin.
La invitación a China no es baladí. Moscú y Pekín habían participado en maniobras militares conjuntas antes, pero a una escala mucho más reducida. Consultado por si la invitación supone un paso más en la forja de una alianza entre los dos gigantes, Peskov se limitó a señalar que ello demuestra simplemente que los dos países cooperan en muchas áreas, incluida la militar.
A través de su Ministerio de Defensa, Pekín señaló en cambio que la participación de sus militares tiene como objetivo el desarrollo de la asociación estratégica ruso-china y el refuerzo de las capacidades de reacción conjunta a las diversas amenazas a la seguridad existentes. Al mismo tiempo, subrayó que el operativo “no está dirigido contra terceros países”.
EL DETALLE Jubilaciones. El presidente ruso, Vladímir Putin, propuso ayer suavizar la impopular reforma de las jubilaciones, cuyo anuncio había provocado manifestaciones y una caída de su popularidad.