“El Gobierno priorizó lo público en la relación bilateral”
El representante de la Cámara de Comercio Ecuatoriano-china revisa las relaciones entre ambos países. Considera que en la última década el Gobierno Nacional enfocó en lo público los acuerdos con el gigante asiático, y no en una agenda comercial para tener mayor apertura a ese mercado. − ¿Cuándo despunta la influencia de la relación comercial de Ecuador con China? − Empieza en 1980, con una apertura comercial en el tema del banano, que fue el primer producto ecuatoriano que ingresó al mercado chino. Uno de los impulsores del sector privado en esa relación fue Segundo Wong Mayorga. Toma mucho auge la relación bilateral en 2007, cuando empieza a darse una mayor presencia de China en Latinoamérica. − ¿En qué ámbitos vemos el sello de China en el país? − Su presencia en ciudades del Ecuador es de tres tipos: negocios privados, con almacenes de comercio y restaurantes; en el sector de inversiones públicas, con unas 90 empresas de infraestructura, telecomunicaciones y petróleo; y el tercero, con marcas chinas en el país, entre ellas podemos mencionar a Great Wall y BYD, en el sector automotor. − ¿Qué estrategias debe tomar Ecuador frente a la balanza comercial deficitaria con China? − El Gobierno debe enfocarse en el trabajo de apertura de restricciones fitosanitarias, reducciones arancelarias y en un acuerdo comercial. Este año debería darse una visita oficial por parte del presidente Lenín Moreno y poner una agenda comercial, que se le olvidó al Gobierno anterior durante los 10 últimos años, porque solo era lo público y nada para el sector privado. − ¿La llegada de compañías chinas ha sido positiva para el Ecuador? − Toda inversión que trae un dinamismo comercial, formal, es positiva. Hay empresas que están haciendo las cosas bien y marcas con muchos consumidores. Hay compañías que están arriesgando capital, que están buscando proyectos. − Sin embargo, también se presenta la situación de empresas estatales chinas, cuestionadas por la calidad de los trabajos en la obra pública, o por conflictos laborales o ambientales... − Hay proyectos positivos y negativos y las autoridades tienen que hacer su trabajo en controlar que todo marche bien. Históricamente, los mayores litigios que ha tenido Ecuador no son con China. − Pero esta situación involucra a empresas estatales de China. ¿Podría afectarse la relación comercial si llegan a darse sanciones para esas compañías? − Si hay conflictos que resolver, hay que esperar que se resuelvan. Hay un hilo muy fino que separa y en el que se puede confundir relación bilateral con lo que está pasando en ciertos proyectos. Si llegamos a confundir eso, se pueden perder todas las oportunidades de esa alianza estratégica integral que ya tuvimos. − En 2016, durante el Gobierno de Correa, el presidente de China visitó nuestro país. ¿Se sacó provecho de ese encuentro? − Todo se enfocó en lo público. No se puso como prioridad la parte comercial para el sector privado. Ahora es el momento y hay que darle prioridad a ello.
EL CONTEXTO En 2007 China empezó a tener fuerte presencia en naciones latinoamericanas (Ecuador no fue la excepción) mediante flujos de créditos, proyectos de inversión y un acercamiento directo de su presidente.