La cumbre sobre Venezuela plantea nuevas inquietudes
Delegados piden tratar la situación de sus compatriotas en ese país
La preocupación es por los que se van, pero también por los que no pueden salir. Los representantes de 13 países de la región se reúnen desde ayer en Quito para analizar y buscar soluciones frente a la diáspora de ciudadanos venezolanos.
El encuentro arrancó sin la presencia del principal actor en esta ola migratoria. El Gobierno de Venezuela decidió no enviar a ningún delegado para este foro, en el que también participan representantes de organismos internacionales y de las Naciones Unidas.
El cónclave de los técnicos migratorios de la región tiene como objetivo intercambiar información y las experiencias que cada país ha podido obtener a raíz de la migración masiva y buscar la aplicación de estrategias conjuntas.
El viceministro de Movilidad Humana de Ecuador, Santiago Chávez, informó ayer que se dará especial énfasis en acceso a territorios, provisión de asistencia, determinación del estatus de refugio, permanencia legal y documentación.
También preocupan los casos de violencia sexual, tráfico de personas, la discriminación y xenofobia que se habrían exasperado a raíz de la movilización forzosa de los venezolanos.
Pero ayer surgió otra inquietud. ¿Cómo brindar asistencia a los ciudadanos de otros países que todavía permanecen en Venezuela? El embajador Raúl Sanhueza, director de asuntos consulares e inmigratorios de Chile, dijo que entre 14.000 y 20.000 compatriotas están en el país gobernado por Nicolás Maduro y han pedido un plan de ayuda para ser evacuados.
A esta propuesta se unió Argentina, Uruguay y la delegación de Perú que tasó en no menos de 90.000 peruanos viviendo en territorio venezolano, país que en el siglo pasado se convirtió en un imán para los latinoamericanos que buscaban un mejor futuro.
El representante de Uruguay,
LA CIFRA 2,5 MILLONES de venezolanos habrían salido de su país en los últimos cuatro años.