El negocio chino está asegurado
Los préstamos de China determinan a los contratistas de ese país
El incremento de las relaciones bilaterales entre Ecuador y China complementan las necesidades de ambas partes, según explicaron los mandatarios de los dos países, en noviembre de 2016. El entonces canciller, Guillaume Long, incluso afirmó que la presencia del gigante asiático es una “bendición”. Los recursos inyectados desde Asia financiaron al Gobierno de la autodenominada revolución ciudadana y permitieron mantener el cuestionado gasto público.
¿Qué obtuvo China? Dos victorias. La primera, según el expresidente Rafael Correa, es la entrega de recursos naturales como compromiso y garantía de préstamos. China carece de bienes como el petróleo y por eso busca acuerdos en América Latina.
La segunda es una victoria más elaborada. Ecuador firmó préstamos por 17.400 millones de dólares de 2010 a 2016 para diferentes propósitos. Si el contrato estaba ligado a la construcción de una obra, China imponía el constructor y las condiciones.
Eso permitió que grandes proyectos -como las hidroeléctricas, las plataformas gubernamentales, hospitales, carreteras y mineras- vayan a manos de empresas o consorcios chinos. Si Ecuador se negaba a que la contratista sea de ese país, entonces no se desembolsaban los préstamos.
EL DETALLE Acuerdos. Ecuador tiene más de seis acuerdos de cooperación bilateral firmados con China. El apoyo es en campos como la tecnología.
Incluso se pararon parte de los fondos por desacuerdos entre empresas. Petroecuador y Petrochina, en noviembre de 2017, mantenían diferencias por el precio del crudo prevendido. Como medida de presión, según informaron las autoridades de Petroecuador de la época, China dejó de entregar recursos que estaban predestinados a la construcción de hospitales en la Costa ecuatoriana.