Tránsito: en los papeles todo está bien
El ministro de Transporte y el director de la ANT fueron a la Asamblea
Las estadísticas se empeñan en echar por la borda los esfuerzos del Gobierno. Para corregir este problema, lo mejor es no verlas. A menos de un mes de que tres accidentes de tránsito cobraran 38 vidas en las carreteras ecuatorianas (incluido el del llamado ‘narcobús’, con placas colombianas, que circulaba en la zona de Papallacta), las autoridades de Tránsito comparecieron ayer ante la Comisión ocasional parlamentaria de Seguridad Vial. Boris Palacios, ministro de Transporte y Obras Públicas, y
EL DETALLE Sala llena. Más de 50 personas asistieron a la comparecencia de ayer. En primera fila, Guillermo Abad, director de Justicia Vial.
Pablo Calle, director de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), presentaron los cuadros comparativos de accidentes ocurridos y operativos efectuados y encontraron que cada día las cosas están mejor. Nomás omitieron un pequeño detalle: las cifras del mes de agosto.
La exposición en Power Point del ministro Palacios se mantuvo dentro de los parámetros que sus pares acostumbran a manejar en las comisiones parlamentarias: enumeración de principios generales, misión institucional, visión, objetivos, estrategias. Fortalezas y debilidades. Proyectos de mejora. Grandes ideas. Evaluación de lo que llaman “gran pacto nacional”.
Los detalles corrieron por cuenta de Calle, que se centró en los números. El director de la ANT arrancó con una anécdota: era julio de 2017 y no había transcurrido una semana desde su posesión en el cargo cuando le tocó atender los estragos que un accidente de grandes proporciones dejó en las carreteras de La Maná: catorce cadáveres calcinados quedaron sobre la calzada. Todos ellos entraron en el cómputo de víctimas que ahora el funcionario proyecta sobre la pantalla gigante de la sala de sesiones. Fueron parte de una normalidad estadística que, según él, está cambiando. Sin embargo, los tres accidentes de agosto con sus 38 muertos, cuando se lo escucha, dan la impresión de ser una anomalía. Productos de la “impericia, la imprudencia y la irresponsabilidad”. En julio, dijo, “ya habíamos logrado una reducción del 2 por ciento en la cifra de fallecidos cuando estos hechos lamentables nos regresaron a fojas cero”. Así que prefiere no incluirlos. En el cuadro estadístico que aparece en la pantalla, en la columna de fallecidos, se lee: -2 %. Los asambleístas se quedaron sin conocer la cifra real del mes de agosto.
Lo demás son buenas noticias: el Consejo Consultivo de la ANT previsto en la ley de 2008 se constituyó por fin, con diez años de retraso, y ya lleva dos sesiones cumplidas; los cursos para optar por la licencia de conductores no profesionales volvieron a ser obligatorios; un convenio con la CAF permitirá la contratación de auditores viales; el número de controles en las carreteras se ha casi duplicado; el proyecto Conduzco Seguro lleva 1.300 conductores evaluados; habrá una nueva revisión técnica vehicular obligatoria para el transporte interprovincial antes de diciembre…
Fue necesario que los asambleístas tomen la palabra para aterrizar otra vez sobre una realidad en la que hay carreteras (como Quito-lago Agrio, que describió el legislador de Sucumbíos Fredy Alarcón) están en pésimas condiciones. O donde “la corrupción – como dijo Javier Cadena, de Carchi– sigue siendo la clave de la ANT, con la adjudicación de frecuencias a dedo, feria de licencias y otras maravillas. O donde no hay sanciones drásticas para los responsables de las muertes, como recordó Fabricio Villamar: de 84 procesos instaurados contra cooperativas solo cuatro siguen en marcha. Al ministro y al director de la ANT no les quedó otra que admitirlo todo. Pero de sus estadísticas no les saca nadie.
ESTADÍSTICA