Pan y circo
En la antigua Roma, para entretener al pueblo, los políticos les daban “panem et circenses”, lo que literalmente significa pan y circo. Esta práctica la continúan ciertos gobiernos populistas para entretener a la población y pretender que pasen desapercibidos los problemas de fondo y algunos hechos controvertidos.
Los políticos romanos, para obtener los votos de los pobres regalaban comida barata y entretenimiento, pues afirmaban que esa era la forma más efectiva de ganarse el favor popular y subir al poder. A puertas de las próximas elecciones seccionales hemos visto que varios partidos políticos han empezado con presentaciones pomposas el lanzamiento de sus potenciales candidatos, abriendo extraoficialmente la campaña electoral. Con cada nombre que veo, pienso más en la Roma de pan y circo. Ofertas de aumentos de bonos a las masas, con criterios asistencialistas y candidatos de entretenimientos: futbolistas, modelos, presentadoras de televisión y mucho más. Con esto no pretendo desconocer el valor de determinadas profesiones, pero zapatero a tu zapato.
Personalmente, me toca votar en Guayaquil, porque soy orgullosamente guayaquileña y vivo en mi cantón; y me estoy tomando el tiempo de analizar y revisar los perfiles de todos los candidatos que ya han sido lanzados al ruedo electoral por determinados partidos políticos. La primera visita la hago a la página web de la Senescyt para conocer la formación académica de cada uno de ellos, pero hasta ahora, algunos no aparecen. Esperemos que no cometan la grosería de poner como candidatos para la Alcaldía de Guayaquil a ciudadanos que no viven en mi cantón. El problema de fondo es que la mayoría de nuestro pueblo todavía se decanta por las promesas politiqueras y populistas, que les ofrecen el oro y el moro, reivindicando a Maquiavelo con su frase: “la política es el arte de engañar”. ¿Dónde están los políticos serios de larga data? ¿Tan deteriorada está la política nacional que solo pan y circo nos pueden presentar? Es hora de cambiar y poner candidatos a la altura de tan importantes posiciones.