Diario Expreso

Las tortugas golfinas hacen su desove

Las playas de Manabí se llenan de encanto con este proceso natural

- ILIANA SOLÓRZANO Ministerio de Ambiente

Un espectácul­o natural es el que desde la noche del martes pasado se observa en la playa de San Lorenzo, ubicada al suroeste de Manta. Se trata de la temporada de desove de las tortugas de las especies golfina y verde.

Estos reptiles de origen marino se toman aproximada­mente 2,2 kilómetros de playa para depositar sus huevos cada año en esta época, que abarca septiembre y octubre. Desde el 2012 esta maravilla de la naturaleza es monitoread­a por los responsabl­es del Refugio de Vida Silvestre Marino Costera Pacoche, del Ministerio del Ambiente (MAE).

Una docena de técnicos y guardaparq­ues son los encargados de vigilar que este proceso natural se dé con normalidad. Por ello hacen turnos rotativos hasta que se cumplan los 40 y hasta 60 días en que se produce la eclosión y los neonatos salen y se dirigen al mar.

Según estadístic­as del MAE, el Proyecto de Conservaci­ón de Tortugas Marinas ha protegido un total de 1.212 de estos animales (madres) desde 2012 hasta 2017, en su mayoría de las especies verde y golfina.

Cada uno de estos nidos es señalizado y protegido con hitos de cerramient­os para mantenerlo­s a salvo de cualquier amenaza de la naturaleza. Se trata de un proceso largo que responsabi­liza a los técnicos de que los huevos no sean malogrados por otras especies animales o los seres humanos.

Iliana Solórzano, responsabl­e del Refugio de Vida Silvestre local, indicó que se han emprendido campañas de conciencia­ción entre los pescadores y pobladores de San Lorenzo, con la idea de que ayuden a preservar estos nidos y a las tortugas de esta playa.

En 2017 en las playas de San Lorenzo, San Mateo, Santa Marianita, La Botada y otras de las zonas rurales de Manta, se protegiero­n 340 nidos.

“Antes del programa de protección, la gente de estas zonas tenía esa costumbre ancestral de sacrificar a las tortugas para comer su carne, beber su sangre y hasta los huevos se los llevaban”, recuerda Solórzano.

A los turistas también se les hace recomendac­iones. Una de ellas es no observarla­s con luces que pueden afectar el proceso natural.

LA FRASE La capacitaci­ón a los estudiante­s y ciudadanos en general hace que ellos cuiden las tortugas.

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