Las construcciones incaicas dejaron su huella en la capital
Organizan recorrido por el centro histórico de Quito ❚ Vestigios de edificaciones se fusionan con el casco colonial ❚ Los españoles reutilizaron algunos materiales
MURALES
Las calles del Centro Histórico de Quito esconden datos curiosos. Bajo esa premisa comenzó el recorrido que un grupo de cerca de 10 personas realizó por las estrechas vías del casco colonial.
El punto de encuentro fue la Plaza de la Independencia, ubicada entre la García Moreno y Venezuela. Su objetivo era conocer los vestigios prehispánicos que existen en esa zona.
Sofía Esteves, antropóloga del colectivo Killari, fue la encargada de guiar a los caminantes. Eran cerca de las 10:00 de un domingo y se pararon frente al palacio de Carondelet, sede del Gobierno, y con atención observaron una piedra que sobresalía de una de las paredes.
Según la experta, la misma fue parte de una estructura que formaba una puerta incaica que habría estado en ese lugar.
Explicó que a la llegada de los españoles una tendencia que tenían era reutilizar los materiales de los incas para crear nuevas construcciones.
Algunos de los murales se mantuvieron, pero se modificaron con la integración de argamasa, entre las uniones, para crear divisiones y tallados.
Eso ocurrió en la iglesia catedral, en donde se visualizan las segmentaciones que los colonizadores realizaron. En otras infraestructuras las sacaron y las reutilizaron para crear pisos, acotó. Las rocas usadas para la construcción de lo que actualmente se conoce como el colegio La Providencia quedaron intactas, “no fueron movidas, ni reubicadas”, contó.
Pero uno de los aspectos más llamativos del centro educativo es que cuenta con una piedra de 12 ángulos, que tiene una réplica en un templo de Cuzco, ciudad andina del Perú. Más allá, en lo que ahora es la plaza de San Francisco, se ubicó un mercado, que en aquella época lo conocían como tianguez. De los productos más importantes que se intercambiaban estaban la concha spondylus y la hoja de coca. La pileta de la plazoleta es una evidencia de que en aquel espacio existían fuentes de agua, algo que para la época era muy importante.