Diario Expreso

Woodward describe el ‘manicomio’ de Trump

Según su libro, el presidente habló de matar a Al Asad ❚ Sus colaborado­res le esconden papeles por seguridad nacional

- ANTONIA LABORDE ■ EL PAÍS / ESPECIAL PARA EXPRESO

La Casa Blanca está nerviosa. La próxima semana se publica un libro sobre lo que ha ocurrido en su interior desde que llegó Donald Trump al poder. Y no es otro más. ‘Fear: Trump in the White House’ (Miedo: Trump en la Casa Blanca) es un trabajo del dos veces ganador del Pulitzer, Bob Woodward. El periodista relata que el presidente habló de matar al líder sirio Bachar al Asad o que ha calificado de “retrasado mental” al fiscal general Jeff Sessions. Por si faltara morbo, el Post publicó una conversaci­ón entre ambos. “Tú siempre has sido justo”, le dijo el presidente antes de leer el libro.

Woodward, reportero de The Washington Post, sacó a la luz el escándalo del Watergate que terminó con la renuncia del presidente Richard Nixon en 1974. Se le considera el mejor periodista de su generación. Para la investigac­ión sobre Trump realizó entrevista­s anónimas durante cientos de horas.

Hay un patrón de conducta que Woodward bautizó como “golpe de Estado administra­tivo”. Se refiere a que los asesores más próximos al presidente le han ocultado textos por temor a que los firme y desate una catástrofe. Mantiene que Gary Cohn, exasesor económico de Trump, robó un documento del escritorio del presidente que este tenía intención de firmar para retirar formalment­e a Estados Unidos de un acuerdo comercial con Corea del Sur. Cohn le dijo a un funcionari­o que lo había hecho para proteger la seguridad nacional y que nunca se dio cuenta de que ya no estaba. En otra ocasión, el presidente quería que el país abandonara el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC, en sus siglas en inglés) y le pidió a su entonces secretario de personal Rob Porter que redactara la misiva para llevar el plan a cabo. Porter la redactó, pero alerto a Cohn. Y este le respondió: “Puedo detenerlo. Cogeré el texto de su escritorio”.

De acuerdo con el libro, tras una reunión entre Trump y su equipo de seguridad nacional sobre la presencia militar en la península de Corea, el secretario de Defensa, Jim Mattis, dijo, exasperado, a su círculo cercano que el presidente se comportó como un “alumno de quinto o sexto grado”. Ante las dudas del mandatario por el derroche de dinero, Mattis le había respondido: “Estamos haciendo esto para prevenir la tercera guerra mundial”.

El secretario de Defensa también se vio en apuros cuando Al Asad lanzó un ataque químico contra civiles en abril de 2017. Trump le telefoneó y le dijo que quería asesinar al dictador: “¡Vamos a matarlo! Entremos. Vamos a matar a todos esos malditos”. Tras colgar el teléfono dijo a sus compañeros: “No vamos a hacer nada de eso”. Mattis desmintió la anécdota.

A través del texto, se deja ver que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John F. Kelly, pierde frecuentem­ente los estribos. Woodward escribe que ha alguna vez Kelly ha asegurado que el presidente está “desquiciad­o” y que “es un idiota”. “No tiene sentido tratar de convencerl­o de nada. Estamos en una crazytown (manicomio). Este es el peor trabajo que he tenido”, dijo en una pequeña reunión. Kelly negó haber llamado idiota al presidente.

La portavoz de la Casa Blanca, Sara Sanders, sostuvo el martes que el libro “no es más que una serie de historias inventadas”, aunque reconoció que Trump “a veces no es convencion­al, pero siempre obtiene resultados”.

Woodward dijo que intentó sin éxito entrevista­r a Trump para el libro y que el inquilino de la Casa Blanca lo llamó a mediados de agosto, cuando ya estaba terminado.

El Post publicó el registro de la conversaci­ón entre los dos hombres, en la cual Trump afirma que nadie le pasó el mensaje para hablar con el periodista y le asegura que le habría “encantado hablar con él”.

LA FRASE Fraudes inventados, una estafa al público. Del mismo modo que otras historias y citas. DONALD TRUMP, presidente de EE. UU.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador