Cuatro maestras que impulsaron los inicios del Liceo Panamericano reciben homenaje
Pergaminos y orquídeas se entregaron a las gestoras del plantel
EL DETALLE El acto. Transcurrió en medio de abrazos de maestros, amigos y familiares. Las exdirectoras se mostraron satisfechas de la tarea cumplida. LA JORNADA
Son varias las generaciones del Liceo Panamericano que cuando pasean por el barrio Centenario les viene a la memoria gratos recuerdos de infancia. Momentos en los que, cargados con mochilas a la espalda, con carpetas o libros en la mano, bordeaban las calles hasta llegar a sus destinos.
Y fue en este espacio donde ayer se rindió homenaje a cuatro reconocidas educadoras, quienes como directoras, en diferentes periodos, impulsaron los inicios de esta institución que en diciembre próximo cumplirá 49 años de creación.
Clemencia Botero Jaramillo, Ana von Buchwald, Leticia Itúrburu Rivadeneira y Patricia Zea Poveda, se juntaron para recibir el homenaje. Cada una ha dejado un legado que se refleja en la educación de calidad basada en la excelencia académica; formación cristiana y en valores que ofrece la entidad.
En la ceremonia se recordó el trabajo de Botero, quien durante 36 años contribuyó a la formación de cientos de niños, a través del catecismo.
“Era común verla trabajar y dialogar junto a padres la importancia de la práctica de valores para edificar un ser humano íntegro”, recuerda Eddna Peñafiel, quien ingresó al plantel hace 28 años como docente y ahora se desempeña como subdirectora.
En honor a su trayectoria y como un reconocimiento a su vida ejemplar la biblioteca del plantel lleva, desde ayer, el nombre de Clemencia Botero.
De Von Buchwald se destaca la creación de la institución educativa, junto a María Teresa Solá, Ángela Matheus, Lila Álvarez y Nuri Domenech, en 1969. Los exalumnos la recuerdan como la profesora de Historia del Arte y Pintura y la creadora del taller de títeres para estudiantes de primero a cuarto año. En 1970 fue nombrada directora, cuyo cargo lo ejerció durante 12 años.
Itúrburu, quien durante 26 años fue el pilar fundamental de la institución -primero como maestra y después como directora- dice que su mayor alegría es encontrarse con exalumnos y percibir que después de tantos años han podido organizar sus vidas y comparten esa misma visión que se impartía en las aulas.
Zea, quien fue exalumna, madre de familia y directora liceísta, incentivó el interés por la lectura, a través de eventos y actividades divertidas; instauró el Día del Libro para recrear la destreza lectora; impulsó los festivales artísticos con niños, maestros y padres; y el Día de la Integración Familiar que se mantiene en la actualidad.
Como un homenaje a estas últimas tres educadoras se develaron sus retratos, que ahora forman parte de la galería de exdirectoras de la entidad.
Carlos Ernesto Ortega Santos, director general, y Patricia Ayala, rectora del plantel, destacaron el aporte de cada una ellas en el desarrollo y prestigio del Liceo Panamericano.