La proyección de la demanda no frenó al petróleo
La OPEP pronostica una caída de la demanda en el mundo
DATOS
Los temores Influye también el temor del mercado de una caída en las exportaciones de crudo por parte de Irán como consecuencia de las sanciones impuestas por parte de EE. UU.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) recortó su previsión sobre el crecimiento de la demanda mundial de petróleo en 2019 y dijo que el riesgo para la economía global estaba inclinado a la baja, lo que se suma a los desafíos del grupo en su intento por apoyar al mercado de energía el próximo año.
En su reporte mensual dijo que la demanda mundial de crudo subirá el próximo año en 1,41 millones de barriles por día, en la segunda reducción consecutiva de sus estimaciones y 20.000 bpd menos que el mes pasado.
Según la OPEP, la producción petrolera de sus 15 miembros subió en agosto en 278.000 bpd a 32,56 millones de bpd, después del acuerdo de junio para flexibilizar el acuerdo de recortes de suministros.
Por ahora el precio intermedio de Texas (WTI) registra ascensos. Ayer subió 1,62 % y cerró en 70,37 dólares el barril tras conocerse una reducción de las reservas de EE. UU.
El Brent (Mar del Norte) superó los $ 80 por barril en Londres, impulsado por el temor a que la llegada del huracán Florence a la costa este de EE. UU. afecte al suministro.
Combustibles Los contratos de gasolina (a octubre) subieron dos centavos y quedaron en $ 2,03 el galón; el gas natural permaneció en $ 2,82 por cada mil pies cúbicos.
Desde la apertura el lunes la cotización subió un 3,21 %.
Los analistas apuntaron que el precio del oro negro ascendió tras publicar el Departamento de Energía de EE. UU. el estado de las reservas de petróleo del país, que descendieron en 5,3 millones de barriles la semana pasada, cuando los analistas esperaban una bajada de unos 2 millones.
Como en anteriores ocasiones, influyó también el temor del mercado de una caída en las exportaciones de crudo por parte de Irán como consecuencia de las sanciones impuestas por parte de EE. UU., en las que se incluyen productos petrolíferos y que entrarán en vigor el próximo mes de noviembre.