Es servir, no servirse
EDITORIAL
“Gente mala se llevó el dinero de todos”. La simplista explicación del presidente Lenín Moreno, en una clase cívica a estudiantes de Carchi el martes, define de un plumazo la actuación del Poder Ejecutivo en la década correísta, el mismo día que la Fiscalía impulsa la investigación por delincuencia organizada contra la cúpula del expresidente Rafael Correa. No se libra prácticamente ninguna institución del país: Gobierno, Contraloría, Fiscalía, Procuraduría. Ecuador mira con asombro, y también con cierta indiferencia por qué no decirlo, a un vicepresidente en la cárcel, un presidente en el extranjero con orden de busca y captura, un excontralor fugado en Estados Unidos, y más de una docena de ministros y ex altos cargos investigados, procesados y condenados por su orden.
Por el Poder Legislativo las cosas no ruedan mejor. La presidenta de la Asamblea, Elizabeth Cabezas, expresó la semana pasada que el gran objetivo es “reinstitucionalizar la Asamblea y recuperar su independencia”. En paralelo al desolador mensaje que deja esta declaración de intenciones se vive el escandaloso bochorno del cobro de diezmos por parte de los padres de la patria a los colaboradores que trabajan con ellos. Todavía no hay acusaciones en firme aunque en el alero se mueven ya una treintena de posibles casos.
El laudo del tribunal de La Haya sobre Chevron suma a la zozobra institucional al Poder Judicial cuando concluye que la actuación de los jueces ecuatorianos constituye
La cirugía mayor a la corrupción es cada vez más urgente. Que se conozcan todos los nombres, todos los casos, y que devuelvan lo robado’.
la “evidencia de fraude más completa que se haya presentado nunca ante un tribunal”. Al parecer los abogados pagaron al juez para elaborar partes de la sentencia y el expresidente llamó al tribunal para interferir en una demostración episódica más de la famosa metida de mano en la justicia.
Los servidores públicos siempre se llenan la boca de proclamar, cuando acceden a sus cargos, que llegan al puesto para servir a los ciudadanos. En el caso de Ecuador, atendiendo a las últimas actuaciones, parece que muchos lo han hecho para servirse. Equivocaron el significado del verbo. La cirugía mayor a la corrupción pregonada por el Gobierno actual se antoja más necesaria y urgente que nunca para que los votantes conozcan todos los nombres y todo lo que se llevaron. Y, después del escarnio, que devuelvan lo robado.