El correísmo va tras el Consejo de Participación
El colectivo “organizará” a los postulantes afines ❚ De ese organismo depende la integración de una docena de entidades
La nueva integración de los organismos de control navega entre dos aguas: el interés de las actuales autoridades de borrar todo vestigio del correísmo y los intentos de los seguidores del expresidente Rafael Correa de recuperar injerencia en el Estado.
En juego está el ‘control’ del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), el Consejo Nacional Electoral (CNE), el Consejo de la Judicatura y la Corte Constitucional.
Hasta ahora, los correístas han fracasado en sus intentos por ser reconocidos como agrupación política y, por lo tanto, presentar en procesos electorales bajo una bandera propia. Todavía tienen abierta, sin embargo, la vía de la “participación ciudadana” que les permitiría estar en los mandos directivos de las entidades públicas. Su primer objetivo: el Consejo de Participación.
EL DETALLE Elección. En esta ocasión, los nuevos integrantes del Consejo de Participación serán electos por votación popular, en marzo de 2019. Las candidaturas se están recibiendo en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
“¿Quieres ser candidato al CPCCS y ayudar a reconstruir tu Patria de este desastre cuántico?”, escribió Correa en su cuenta de Twitter. Los militantes de la autodenominada Revolución Ciudadana se alistan para organizar a los posibles postulantes que comulguen con su visión. “Tenemos hasta el 28. ¡Venceremos!”, añadió el exmandatario.
El Consejo de Participación, que se creó en la Constitución de 2008, es clave en el esquema administrativo vigente: desde allí se selecciona a los vocales y titulares de una docena de entidades. Ahora mismo, el organismo transitorio (conformado tras la consulta popular de febrero) abrió el proceso para elegir a los integrantes definitivos la Judicatura y la de Corte Constitucional.
En esos procesos, en cambio, hay un par de prohibiciones para los futuros candidatos que podrían leerse como una respuesta al correísmo.