Una heladería que atiende a clientes de 4 patas
Las recetas de las paletas para perros son supervisadas por un veterinario
El concepto de brindar un espacio familiar evolucionó en esta paletería. Aquí no bastan los 45 sabores para sus clientes humanos, sino que han incluido dos adicionales destinados a un miembro muchas veces relegado de la familia: la mascota. A este local, ubicado en Plaza Navona, llegan diariamente decenas de dueños, que acompañados por sus perros buscan un dulce para ellos y para sus acompañantes. Acuden de todas las razas y tamaños. Algunos miran con duda las paletas, mientras que otros, ya conocedores del dulce, empiezan a morderlas apenas las ven. La idea de una paletería artesanal surgió de la quiteña Alexandra Bedoya. De hecho, la primera la abrió en su ciudad natal y las otras tres en otras urbes del país como Manta y Guayaquil. Pero no fue hasta meses después que vieron en los perros “un nicho que no estaba explotado”.
Luego, cuando la paletería llegó a esta ciudad ya trajo la idea de incluir en su menú paletas para canes, con recetas supervisadas por un veterinario. “No tiene nada que sea artificial o algún colorante que les haga daño a ellos. Son a base de agua y frutas” explica Diana Reyes, administradora del local.
Los sabores de las paletas para los canes se limitan a banana y sandía, y son entregadas a sus dueños en una caja para que sean ellos quienes alimenten a sus mascotas, dentro de la paletería o en los asientos del centro comercial. “Que la plaza sea ‘pet friendly’ también ayuda”, opina Reyes y agrega que “los clientes se emocionan al enterarse” de que en el lugar también se piensa en los perros.
Las paletas tampoco tienen el mismo valor que las de humanos. De hecho, son más económicas, para incentivar su consumo.
Y entre el amor por los animales y la variada oferta de paletas, este local pretende abrir nuevas sucursales para que más humanos y ‘clientes de cuatro patas’ disfruten de sus propuestas, a las que califican de “totalmente artesanales”.