POR CIENTO
30,3 de la población que posee trabajo en Ecuador tiene entre 45 y 64 años. El 7 %, más de 65 años.
Un incremento inusitado de la población adulta en los países más desarrollados está obligando a muchos Gobiernos a replantearse la forma en cómo deberían aprovechar las horas de trabajo de los empleados de más de 55 años. No solo buscan ganancias fiscales extraordinarias, sino aliviar el alto costo que les significará enfrentar el pago de pensiones.
Es que extender la vida laboral de las personas resulta rentable, según lo grafica un estudio de Pricewaterhousecoopers (PWC). Según la firma de consultoría, una de las más reconocidas del mundo, es una política que, a largo plazo, podría llegar a sumar $ 3,5 billones al PIB de los 35 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En su informe del Índice de Edad Dorada, PWC mide el desempeño de los países de la OCDE en el fomento de la participación de las personas mayores en la fuerza de trabajo a través de datos de empleo y capacitación. Cita a Islandia (84 % ) y Nueva Zelanda (78 %) como los países líderes en el aumento de las tasas de empleo entre los trabajadores de más edad, estableciendo sus políticas como modelo para que otros lo sigan. Se citan por ejemplo las reformas de los sistemas de pensiones y la provisión de otros incentivos financieros para alentar la jubilación posterior, pasos que otros países ya están priorizando.
En Ecuador, se estima que la población sénior (de 55 años o más) llegará a 14,5% en 2030, 5 % más que en el 2015. Pero en un mercado laboral precario, donde es complicado hallar trabajo, se torna un verdadero desafío elevar esa tasa de trabajadores. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, a junio de este año, el 30,3 % de los 7’648.773 empleados del país son personas que tienen entre 45 y 64 años. Esa tasa baja a 7,7 % si se tiene 65 años y más.
Édgar Izquierdo, PHD y catedrático de Emprendimiento y Administración de la escuela de negocios Espae, dice que el animar a esta población a no jubilarse a una edad tan temprana resulta beneficioso “no solo para los em- pleados, que tienen la oportunidad de seguir colaborando y con ello sentirse más útiles, sino también para los Gobiernos, que hoy en día tienen mucha presión sobre sistema de pensiones”. Por ello conmina a las autoridades a pensar en políticas públicas que permitan a este nicho a mantenerse laboralmente activo. Una vía, señala, es apoyar el emprendimiento que, en Ecuador, tiene una tasa elevada en esta parte de la población.
Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), la tasa promedio del país- entre los años 2013 y 2017- de la Actividad de Emprendimiento Temprano llega al 28 %, muy por encima de otros países como Chile (21 %), Argentina (10 %) y Uruguay (8 %).