La falta de un puente de concreto separa a dos recintos milagreños
Manabí Chico y 10 de Agosto, sin conexión por falta de viaducto
Alrededor de cien familias que habitan en Manabí Chico, ya no saben a dónde acudir o a quién pedirle ayuda para la solución de un problema que los afecta desde hace varios años. Se trata de la falta de un puente “oficial y de concreto” que los ayude a cruzar el estero Gorras para llegar al recinto 10 de Agosto, ambos en territorio milagreño.
Felipe Cantos Jiménez, un morador que tiene 73 años de edad, le comentó a EXPRESO que desde que tiene uso de razón, son los habitantes de Manabí Chico quienes se han encargado de construir puentes con caña guadua para que los más pequeños, por ejemplo, puedan ir a la escuela que está en el recinto vecino.
Sin embargo, pese al esfuerzo permanente y de varias décadas, no sirve de nada cuando el nivel del agua del estero Gorras aumenta en época de lluvias. “Ese puente solo nos sirve en verano, porque en invierno el agua se lo lleva y no podemos cruzar hasta repararlo”, explicó el agricultor.
Para Rafael Romero, otro de los habitantes perjudicados, la construcción de un puente peatonal de concreto, solucionaría por completo el problema, pues a menos de 200 metros está la carretera principal que une a Milagro con la parroquia Virgen de Fátima.
Sin ese puente, señaló Romero, los transeúntes deben dirigirse por el kilómetro 4 porque al recinto Manabí Chico no entran los carros ni grandes ni chicos. Esta rutina les representa entre media hora y 45 minutos más, de ida y de vuelta, de lo que les tomaría si tuvieran un puente adecuado.
Pero el tiempo perdido no es el único problema, también suceden accidentes a diario. El tener un puente inseguro e improvisado ha provocado la caída de algunos niños al río que incluso han resultado con fracturas.
Resolver esta necesidad ha sido hasta propuesta de campaña. Cantos y Romero coincidieron en que autoridades locales y provinciales conocen del problema, han ofrecido solucionarlo pero el problema sigue latente.