Celebración con frutas y flores
1. El maestro sanador es el que dirige la ceremonia ante la chakana formada con granos, flores y frutas. 2. El yachak aviva el fuego, uno de los elementos primordiales en el ritual. 3. El tabaco es consagrado antes de hacer las peticiones a través de él. mento importante, una jarra con agua reposa en el altar y una mujer es la encargada de repartirla, así como las bendiciones que llegan con ella. “El agua es la memoria del mundo, allí reposan todo lo que sucede en él”, comenta.
Finalmente, cada uno toma incienso en sus manos y lo echa al fuego, se lleva el humo al corazón y la cabeza para limpiar todos los males y las tristezas.
El componente principal de los rituales andinos es el fuego, que se ubica en el centro del círculo y en el que además se representa la conexión con las energías superiores.
Para Ortiz, se lo utiliza como una forma de elevar los rezos a través del humo. Además, forma parte de la familia, compuesta por el agua, el viento y la tierra, conocidos también como los cuatros elementos.
Estos conviven y confluyen en la vida humana de diferentes formas, por lo que es necesario agradecerles por las bondades que entregan, según Ortiz. El ‘abuelo fuego’, como lo llaman en la cosmovisión andina, es la representación de la divinidad masculina, así como la luna, la femenina. El fuego ilumina, purifica, fecunda y transmuta (destruye algo y utiliza su energía para generar otra cosa). Esto aplica no solo a la materia, sino también a las emociones más densas.