“Ya es tiempo de enfocarnos en lo nuevo y no en lo que dejó Correa”
− Recuperar el dinero desviado en la corrupción ha sido la bandera de este Gobierno. Usted dijo el 29 de agosto que ya había datos certeros y que en 90 días estaría trazada la ruta. ¿No hay más detalles? − La información que se maneja con la UAFE es reservada. Hay convenios con EE. UU. y Panamá y se están logrando otros. Es un tema muy largo porque si el dinero ha pasado por cuatro países hay que firmar con esos cuatro países. Y hay muchos estados con los que no tenemos acuerdo y otros con los que difícilmente habrá, porque no están alineados con la lucha contra el lavado de activos. Había que comenzar por algo y este Gobierno hará lo que le corresponda y lo que alcance. Ojalá que el siguiente continúe. − Entonces, ¿se descarta que este Gobierno llegue a recuperar esos recursos? − No lo sabemos. Nuestro anhelo sería poder hacerlo, pero ahí dependemos del poder judicial, donde no intervenimos. − ¿Por qué tanto hermetismo sobre los contratos con las empresas que rastrean el dinero? − Son convenios confidenciales. Son empresas especializadas y, si se revelan las fuentes, puede entorpecerse la investigación. Por eso, pidieron la reserva de los nombres. − ¿También los montos? − Eso también es parte de la cláusula de confidencialidad. − No ha habido pronunciamiento del Gobierno sobre los diezmos en la Asamblea pese a que, según se denunció, también se da en entidades del Ejecutivo... − Nosotros no vamos a permitirlo. Es inaceptable e inmoral. −¿Han tomado alguna medida? − No tenemos ninguna denuncia, pero tan pronto como nos llegue, actuaremos. Hay una Subsecretaría de Transparencia dentro de la Secretaría General que recibe todas las denuncias ciudadanas y las procesa. − ¿Las voces sobre una posible muerte cruzada tienen sustento o son teoría de la conspiración? − No, son puras especulaciones. Nuestra relación con la presidencia de la Asamblea es de permanente contacto, si bien la Asamblea no nos ha apoyado en muchas iniciativas. Pero eso es parte del manejo de la cosa política. − ¿No están satisfechos con el Legislativo? − No, no estamos satisfechos porque la Asamblea nos desconcierta con las leyes que envían, con la cantidad de información que nos piden y que tiene a los ministros recopilando datos para rendir cuentas a cada rato. Digamos que no vivimos el mejor de los ambientes entre la Asamblea y el Ejecutivo. Pero hay muy buena articulación, que está realizando nuestro Secretario de la Gestión Política (Paúl Granda) y en los puntos donde hay consenso, avanzamos rápidamente. Por ejemplo, con la ley de Fomento Productivo. − ¿Por qué se vetó totalmente entonces la ley anticorrupción? ¿Era tan mala una ley aprobada por unanimidad? − Mire, paralelamente, mientras ellos trabajan en esa ley, nosotros lo hacíamos en la nuestra. Algunos temas estaban en ambas leyes. Fue una decisión de tipo político. − ¿Qué tan permeable es el presidente Lenín Moreno a las sugerencias externas? − Él escucha mucho, lo comparte con la ‘mesa chica’, pero él toma las decisiones. (La mesa chica es como se llama al grupo de colaboradores más cercanos del presidente. Ahí están Juan Sebastián Roldán, secretario particular del presidente; Paúl Granda; el propio Eduardo Jurado; la ministra de Interior, María Paula Romo; el ministro de Finanzas, Richard Martínez; y el secretario de Comunicación, Andrés Michelena). − ¿Creen que la ley del Gobierno pasará el trámite legislativo? − Tenemos mucho optimismo. Paúl Granda tiene muy bien mapeados esos aspectos. −
Una precisión: ¿el premio a quienes denuncien corrupción será indulto o cooperación eficaz? Va más en la línea de la cooperación que del indulto. O sea, ¿se descarta el indulto? Sí.
Recuperareldinero esuntemamuy largo.anhelamos quepuedaconseguirseen estegobierno,que haráloquealcance.
− − − Al hablar de la estrategia política a futuro, Jurado hace énfasis en la gestión económica y en los puntos claves de los programas y obras del Gobierno. − El primer año del Gobierno se ha centrado en depurar los problemas heredados de la gestión de Rafael Correa, ¿se puede dar por terminada esa etapa? − Definitivamente. − ¿Es tiempo de pasar página? − Sí, todavía hay mucho que sanear. El tema es complejo. Pero estamos, cada vez más, enfocándonos en lo nuevo, en las buenas noticias, en lo que tenemos que hacer para dejar creciendo el país. − En ese desmarque, ¿ha virado el Gobierno a la derecha? − Hay una tendencia en política a querer encasillar a la gente en la derecha o en la izquierda. Ni el presidente Moreno ni su equipo nos encasillamos en esas dos. El presidente Moreno es un hombre de un pensamiento progresista pragmático. Tiene una profunda conciencia social y es defensor de los derechos de las personas. Sus programas son sociales. Ahora bien, en la parte pragmática, él sabe que el sector privado es el motor de la economía. Entiende que lo técnico tiene que primar sobre lo político en algunas decisiones. Sobre todo, en economía, en comercio exterior y en que el país no puede estar aislado del mundo.