Excusa del error inexcusable ¿ E
s el error inexcusable una medida de presión para forzar a un magistrado a hacer lo que coyunturalmente conviene a la autoridad de turno? La respuesta a todas luces es que sí es posible que esta herramienta jurídica sea mal utilizada con fines de presión, distintos a lo que se buscaba cuando fue incorporada. Su espíritu es el de precautelar que los jueces manejen sus procesos y dicten sus sentencias en pleno derecho, sin subjetividades ni preferencias “creadas”. Es evidente que en el gobierno anterior se prostituyó la aplicación de este concepto, utilizándolo como herramienta de persecución contra los jueces que fallaron en contra de sus protervos intereses. Pero no encuentro por qué la figura del error inexcusable deba ser eliminada; por el contrario, es uno de los importantes contrapesos a favor de las partes cuando en un proceso judicial una de estas siente que han sido vulnerados sus derechos.
Para lograr su correcta aplicación debemos escoger de manera adecuada a quienes tienen a su cargo la aplicación de la norma, y en el Ecuador, la entidad responsable de su calificación es el Consejo de la Judicatura, organismo cuyos miembros deben ser escogidos de manera prolija. Estos deben ser conocedores del derecho y tener una formación que los mantenga inmunes a las presiones o directrices que se pretendan imponer desde cualquiera de los poderes que rigen nuestro país.
Vamos a entrar en la etapa en que se debe escoger a los miembros del Consejo de la Judicatura definitivo, por ello las autoridades responsables deben elegir individuos calificados para que no ocurra lo que hemos visto recientemente, que en lugar de consenso hay enfrentamientos y posturas antagónicas, frente a hechos de tintes similares a los vividos en la década pasada, que con llamadas y comunicaciones buscaban “corregir” los dictámenes judiciales según conviniera.
No desperdiciemos la oportunidad histórica de transformar el sistema judicial del Ecuador: “La justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostienen la igualdad y la libertad” (Simón Bolívar).