Ecuador: 127 en el ranking de Libertad Económica
El país mejoró 3 puestos comparado con 2017, pero aún está rezagado
En el ranking de Libertad Económica 2018 del Instituto Fraser, un ‘think-tank’ canadiense, Ecuador mejoró tres puestos con relación al listado 2017 y se ubicó en el 127.
Si bien existe una mejoría, Ecuador todavía se encuentra en el grupo de países con menor libertad económica, que en el listado están identificados con el color rojo.
En la medición -que estudia la libertad económica en 162 países, con datos del 2016-, Ecuador obtuvo 6,06 puntos de un máximo de 10. El ranking 2018 se publica en un marco en que las barreras comerciales que muchos regímenes populistas promueven reducen la libertad económica, indica el investigador del Fraser Institute, Fred Mcmahon.
El Índice de Libertad Económica, elaborado cada año con datos del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial, evalúa cinco grandes ítems: tamaño del gobierno (en el que Ecuador pasó de 5,83 a 5,67 puntos); sistema legal y derecho a la propiedad privada (de 3,89 a 3,81 puntos); fortaleza de la moneda (8,10 a 8,25); libertad de comercio internacional (6,53 a 6,50 puntos), y regulación (6,09 a 6,05 puntos).
En el caso de la región, Chile ocupa el primer lugar y le siguen Guatemala y Panamá. Mientras que nuestros vecinos, Colombia y Perú, se ubicaron en el puesto 44 y 105, respectivamente.
¿Quiénes estuvieron en lo más bajo del ranking en nuestra región? Brasil (144°), Argentina (160°) y Venezuela (162°), con puntajes de 5,75, 4,84, y 2,88, respectivamente.
A escala mundial, el Índice de Libertad Económica se ha mantenido relativamente estable, desde el 2009, cuando fue la crisis financiera. A juicio de Mcmahon, la tendencia en esta década ha sido “un poco más abajo en el mundo desarrollado y un poco más arriba en el mundo en desarrollo”. Sin embargo, recalca, este es un cambio de décadas anteriores cuando la libertad económica creció sustancialmente en ambos tipos de economías.
El populismo es otro punto a tener en consideración, según señala Mcmahon, ya que amenaza la libertad económica. “Los gobiernos populistas tienden a aumentar su control sobre la economía y la vida de las personas en general, reduciendo la libertad y, en última instancia, el crecimiento económico, la prosperidad y la calidad de vida”.