Argentina paralizada por una huelga contra Macri
Buenos Aires parecía un desierto por el paro general ❚ Los sindicatos advierten al Gobierno que no habrá tregua si no cambia el rumbo ❚ Insisten en el diálogo
Una huelga general de 24 horas en protesta contra el ajuste impulsado por el presidente Mauricio Macri paralizó ayer sectores clave como el transporte, la banca y la exportación de granos, en medio de la grave crisis económica que sacude a Argentina.
La protesta de la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central sindical del país sudamericano, pretende que el Gobierno promueva aumentos salariales que compensen una inflación que superaría el 40 por ciento en 2018 y que se detengan los despidos en el sector público, entre otros aspectos.
La CGT, junto con otros importantes sindicatos que se adhirieron a la medida, protestaron también contra la política de endeudamiento del Gobierno, que negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un nuevo acuerdo para ampliar la línea de crédito pactada en junio por 50.000 millones de dólares, en busca de superar la inestabilidad cambiaria. El pacto entre Argentina y el FMI podría cerrarse en los próximos días.
Normalmente copadas por embotellamientos, en las calles de Buenos Aires se observaba un tránsito ligero y en el centro de la ciudad los habituales bocinazos y ruidos de motores eran reemplazados por el silencio.
En el área de Rosario, donde se encuentra el mayor polo agroexportador de Argentina, los embarques de granos y subproductos quedaron detenidos por la protesta de obreros.
“La actividad de los puertos (en la zona de Rosario) es nula. No hay carga ni descarga de barcos”, dijo Guillermo Wade, gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas.
Pese a que habrá operaciones, se espera una jornada con poca actividad en los mercados financieros, porque los trabajadores bancarios se plegaron al paro. Docentes y empleados públicos se sumaron igualmente a una huelga que algunos sindicatos iniciaron 12 horas antes, a mediados del lunes.
La turbulencia financiera, generada por un derrumbe del peso argentino en un 50 por ciento en lo que va de este año, ha alimentado una ya alta inflación y paralizó la actividad económica, lo que derivó en un aumento del desempleo y en una profunda pérdida de poder de compra de la población.
Al finalizar la jornada, la CGT advirtió hoy al presidente Macri que, si no cambia el rumbo de la política económica, “no habrá tregua” por parte del sindicalismo.
La medida de fuerza, la cuarta que afronta Macri desde su llegada a la Casa Rosada a finales de 2015, tuvo, según los gremios convocantes, un “alto acatamiento” y se notó con fuerza en sectores como el comercio y la industria y un paro total de actividades en el transporte.
“Se ha dicho hasta el cansancio que no hay plan B. Y si no hay plan B, tampoco va a haber tregua del movimiento sindical argentino”, advirtió en una rueda de prensa Juan Carlos Schmid, uno de los miembros del triunvirato que conduce la CGT.
Los líderes sindicales insistieron en reclamar al Gobierno un viraje pues, a su juicio, el plan económico “ha fracasado”, ya que hay “una crisis descomunal” que “se agrava arriesgadamente en el plano social”.
Ante la medida de fuerza y las manifestaciones de los sindicatos y otros sectores opositores, el ministro de Producción y Trabajo argentino, Dante Sica, dijo ayer que el Gobierno “seguirá manteniendo el diálogo” y “en contacto con los gremios para poder superar esta coyuntura”.
EL DETALLE Guido Sandleris. El nuevo titular del Banco es especialista en economía internacional, finanzas y macroeconomía y tiene una intensa carrera académica. TRAS LA RENUNCIA DE CAPUTO