El caso Balda amenaza al correísmo
El regreso de Rafael Correa podría quedar en suspenso si es llamado a juicio por plagio
Un grave escollo tendrán que superar los correístas en su camino para recuperar espacio en la vida política. Si las cosas salen como espera la Fiscalía General y defensa de Fernando Balda, el expresidente Rafael Correa seguirá “viendo los toros desde lejos” y sus seguidores tendrán que conformarse con tener a su líder libre pero a cientos de kilómetros.
Hoy, la jueza Daniella Camacho, reinstalará la audiencia preparatoria de juicio por supuesta asociación ilícita y plagio en el caso del activista político Fernando Balda que se sigue contra Correa; el exsecretario de Inteligencia, Pablo Romero, y los exagentes de Inteligencia, Raúl Chicaiza y Diana Falcón. Para la Fiscalía ellos son autores del delito y el fiscal Paúl Pérez pidió el martes que sean llamados a juicio. Si la jueza acoge esa solicitud el juicio se instalará solo para los dos últimos y quedará en suspenso para Correa y Romero.
De acuerdo con la legislación vigente, ellos no pueden ser juzgados en ausencia. Si quieren evadir el proceso no podrán volver al país, al menos, hasta 2022 cuando prescriba la acción penal.
El martes, durante la diligencia el fiscal explicó que en el caso de los delitos por secuestro el plazo para investigar y sancionar a los responsables es de 10 años contados desde el cometimiento de la infracción. El intento de secuestro de Balda ocurrió el 13 de agosto de 2012, en Bogotá, Colombia.
LA FRASE El Caso Balda busca inhabilitar a Rafael Correa. Es el reflejo del descalabro provocado en el país. ASAMBLEA
Correa, por lo tanto, tendrá que esperar para volver al país. Si vuelve antes se tendría que hacer efectiva la orden de prisión que está vigente en su contra. Camacho impuso esa medida después de que el expresidente incumplió con la orden de presentarse ante la justicia cada 15 días.
El caso también está a la espera de una resolución de la Policía Internacional (Interpol). La justicia ecuatoriana pidió la difusión roja para el expresidente. Su defensa impugnó esa solicitud. La Interpol tomará una decisión en su próxima sesión prevista para el 15 y 16 de octubre.
Si la suerte no acompaña a Correa y la Interpol da luz verde a la orden de captura, el expresidente aún tiene una carta para jugar: el asilo político en Bélgica. Esa ha sido una opción con la que ha coqueteado la defensa, que los medios de ese país dan por hecho pero que no se ha concretado todavía. Con un posible asilo, Correa podría seguir viviendo en Bélgica mientras prescribe su delito.
¿La extradición? Es una alternativa que no ha se ha discutido. Algo que no pasa, por ejemplo, con Romero: la semana pasada, la presidenta de la Corte, Paulina Aguirre, comentó que están a la espera de una resolución de España, donde está refugiado el exfuncionario y ha pedido asilo.