Diario Expreso

Narón, el pueblo a dieta

La localidad española ha adoptado un estilo de vida saludable ❚ Con 3.000 obesos, se impone el reto de bajar 100.000 kilos

- LAURENCE BOUTREUX ■ NARÓN / AFP

Más deporte y menos embutidos. En la ciudad española de Narón, miles de habitantes se han aficionado a caminar diariament­e para adoptar un modo de vida más saludable y perder 100.000 kilos de peso en dos años.

“En el siglo XXI, la gente se olvida de que estamos diseñados para caminar”, constata cada día el doctor Carlos Piñeiro, un médico de familia de 63 años.

Piñeiro es uno de los iniciadore­s del programa ‘100.000 motivos de peso’, lanzado en enero en esta pequeña ciudad de Galicia. No es raro verlo con sudadera en un parque, dirigiendo los calentamie­ntos de una docena de caminantes.

EL DETALLE Índices. Galicia cuenta con el mayor porcentaje de personas con sobrepeso en España (25 %), según un estudio de la Sociedad Española de Cardiologí­a.

“En España, donde decimos que del cerdo se come desde la punta del rabo hasta la punta de la nariz, yo lo primero que saqué de mi dieta fueron las vísceras de cerdo, las tripas y también la panceta y los embutidos”, explica Conrado Vilela Villamar, un exoperario de grúas de 65 años y desde hace meses aficionado a caminar a diario.

Narón, a orillas del Atlántico, tiene unos 40.000 habitantes. Entre ellos hay 9.000 personas con sobrepeso y 3.000 con obesidad, detalla Piñeiro.

“El clima es lluvioso, se está muchísimo en el domicilio y hay una alta ingesta de calorías diarias”, justifica el doctor Piñeiro, cuyo programa cuenta ya con 4.000 seguidores.

Esta propuesta cuenta con el apoyo oficial del ayuntamien­to, donde la alcaldesa Marián Ferreiro y todo su equipo se pesaron simbólicam­ente en una báscula gigante.

“Voy a pasear con otra gente, compañeras, incluso una señora de ochenta y pico de años, que se agarra a mí”, cuenta María Teresa Rodríguez, ama de casa de 55 años que presume, subida a la balanza del centro de salud. “En marzo pesaba 82 kilos y ahora 70”, asegura.

Su jornada incluye una hora y media de marcha o de gimnasia, además de la clase de baile del viernes, pues gracias a la dieta y al ejercicio no le duelen ya las piernas.

En la ciudad, 18 restaurant­es proponen platos menos ricos en calorías, que privilegia­n los productos del Atlántico.

“Sustituyo las sales por algas, infusión de pescado o un simple mejillón deshidrata­do, y la mantequill­a por aceite de oliva virgen”, explica Diego Platas, chef de Refugio, mientras cocina jurela, un pescado barato de este sector.

Recienteme­nte, la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) advirtió a los europeos que el incremento de la esperanza de vida podría verse truncado bajo el efecto del sobrepeso en una parte cada vez mayor de la población.

“No es fácil convencer a la gente, para nada. Algunos dicen: ‘Faltaría más, que el médico me dijera lo que tengo que hacer’”, revela Piñeiro.

El galeno tiene sus esperanzas puestas en los niños, sensibiliz­ados en la cuestión gracias a un proyecto piloto en el colegio Jorge Juan.

Así, cada día, cuando llega el recreo “salimos a caminar por el paseo marítimo los alumnos de secundaria y los ‘profes’”, dice María José Cazorla, una docente de 55 años que ha perdido 14 kilos en un año.

En este centro, los 224 alumnos tienen la posibilida­d de hacer una hora diaria de actividad física. Los más reacios tienen la opción de subirse a una bicicleta estática, como parte de la actividad ‘Pedaleo mientras leo’.

Los alumnos que viven cerca son animados a venir a pie, en bicicleta o en monopatín. Una pulsera electrónic­a avisa a sus padres que han llegado bien. Además, en el colegio se distribuye fruta por la mañana.

Eso sí, a los niños “nunca se les habla directamen­te de peso”, porque podría ser “estigmatiz­ador”, aclara Piñeiro.

Más allá de los 100.000 kilos que perder, el médico espera que la gente adopte “un estilo de vida saludable, para frenar las enfermedad­es crónicas” y de paso las hospitaliz­aciones y los gastos en salud.

LA FRASE Salimos a pasear media hora cada día, los alumnos de secundaria y los ‘profes’, todos juntos. MARÍA JOSÉ CAZORLA, docente del colegio Jorge Juan

 ?? MIGUEL RIOPA / AFP ?? Caminantes. Un grupo realiza calentamie­nto antes de partir a una caminata en la localidad gallega de Narón.
MIGUEL RIOPA / AFP Caminantes. Un grupo realiza calentamie­nto antes de partir a una caminata en la localidad gallega de Narón.

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