Un Brasil fracturado y más dividido irá a las urnas
A una semana de la primera vuelta de la elección presidencial no hay favoritos ❚ Haddad y Bolsonaro en virtual empate técnico ❚ Cinco aspirantes para este duelo
Los brasileños, más divididos que nunca, celebrarán el próximo domingo la primera vuelta de la elección presidencial, con la tentación de poner al mando del país a un nostálgico de la dictadura militar menos de cuatro décadas después de la restauración de la democracia.
El diputado Jair Bolsonaro, un excapitán del Ejército de 63 años, lidera las encuestas con 28,2 % de intención de voto, según un estudio publicado el domingo por el instituto MDA.
LA FRASE El proceso de intolerancia y odio que atraviesa la sociedad, es tal vez inédito en Brasil.
Con su propuesta de flexibilizar el porte de armas y sus denuncias contra la corrupción, Bolsonaro encontró un sólido umbral electoral en una población saturada por la crisis, los escándalos y una criminalidad digna de país en guerra.
Le sigue, con 25,2 %, Fernando Haddad, de 55 años, designado por el Partido de los Trabajadores (PT) en sustitución del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, el líder histórico de la izquierda, que purga 12 años de cárcel por corrupción.
Esa encuesta, con un margen de error de +/- 2,2 puntos porcentuales, sitúa por primera vez a Bolsonaro y Haddad en virtual empate técnico.
De confirmarse ese escenario, Bolsonaro y Haddad dirimirán la segunda vuelta el 28 de octubre.
Haddad realizó un ascenso fulgurante, dado que su candidatura solo fue oficializada el 11 de septiembre, después de la invalidación de la de Lula.
Su campaña se basa en la idea de que “Haddad es Lula” y recuerda que durante la presidencia de su mentor (20032010), 30 millones de personas salieron de la pobreza gracias a programas sociales y a una economía dinamizada por los altos precios internacionales de los productos agrícolas.
Pero Haddad debe lidiar con el recuerdo de la caída de Dilma Rousseff (2011-2016) -cuya legitimidad emanaba igualmente de la bendición de Luladestituida por el Congreso bajo la acusación de manipular las cuentas públicas.
Y enfrenta la indignación provocada por las revelaciones sobre los sobornos pagados por grandes constructoras a casi todos los partidos para obtener contratos en Petrobras.
Bolsonaro se afianzó en las encuestas después de haber recibido una puñalada en un mitin, el 6 de septiembre. Pero el líder ultraderechista genera un fuerte rechazo a causa de sus declaraciones misóginas, homófobas y racistas, así como por la justificación de la tortura durante el régimen militar (1964-85).
El sábado, centenas de miles de mujeres se movilizaron en todo el país, al grito de “Ele Nao” (Él No).
El apoyo a otros candidatos -como el centroizquierdista Ciro
EL DETALLE Elecciones. El 23° Desfile del Orgullo LGBTI en Río de Janeiro llamó ayer a votar “por ideas, no por personas”, en las presidenciales.
Gomes, el centroderechista Geraldo Alckmin o la ecologista Marina Silva- nunca despegó o se fue derritiendo entre los más de 147 millones de electores. Así, se perfila un duelo entre las dos figuras más populares y a la vez más detestadas: Bolsonaro, con un rechazo de 46 %, y Haddad, que también ‘heredó’ de Lula un rechazo de 32 %, de acuerdo con la última encuesta Datafolha.