Otra vez la crisis del riego
Administradores de las obras de riego y prevención de inundaciones denuncian malos trabajos ❚ En algunas de ellas no pueden regar cultivos en este verano
Que el agua no abastece porque la obra está mal construida. Que no pueden regar en esta época de escasez. Los usuarios de la Junta de Riego Chilintomo dicen no poder más: unos abandonan los cultivos, otros se fueron a trabajar a otras zonas y algunos ya piensan vender sus tierras que no cosechan.
Javier Moreira Cabezas alertó ayer de la “grave situación en la que se hallan” cacaoteros, arroceros, maiceros, tabacaleros, bananeros, soyeros y cañeros de 832 hectáreas (pero se benefician 2.500 hectáreas) en el cantón Jujan (Guayas) porque el ducto cajón que hizo la Prefectura, tras inhabilitar la represa, no abastece. El presidente de la Junta dice que se han pasado tres años buscando una solución, y nada.
A nivel general existe una preocupación, señala el presidente de la Asociación Nacional de Juntas de Riego, Aejur, Rómulo Alcívar. Cada una de las juntas tiene problemas serios que amenazan su sostenibilidad y la de los agricultores que se benefician de ellas.
Por ejemplo, se hicieron trabajos durante el Gobierno anterior en América Lomas, El Mate, Higuerón y San Jacinto, ubicadas en Daule, Santa Lucía, Palestina, Colimes, pero las reparaciones de las bombas no estuvieron bien. “Siguen con defectos y problemas; los usuarios han tenido que corregir la situación con su dinero”, agrega Alcívar a EXPRESO.
En Chilintomo señalan que la Empresa Pública del Agua les está cobrando 12.000 dólares por la concesión, pese a que no han podido usar el agua, que tampoco llega a otras zonas de Guayas y Los Ríos debido a que la Prefectura tapó el cauce del río con una estructura más elevada y eliminó el uso de compuertas de tablones que se abrían y cerraban. El Consejo no pudo dar su versión.
“Muchos de nosotros estamos vendiendo las propiedades porque el agua no nos la daban desde hace tres años; llegó recién la semana pasada a cuentagotas; tres productores de 2 hectáreas se demoraron cada uno dos días para regar. ¿Qué pasa cuando le toque a alguien con una extensión más grande?”, señala Manuel Ponce.
Esta situación tocó fondo, sostiene en cambio Joffre Cabezas: “ya se abandonaron los cultivos de arroz”.
Si el invierno próximo es fuerte, en cambio, varias zonas aguas arriba se inundarán, porque no se podrá liberar el agua como antes.
Según los dirigentes, la Prefectura ha presentado a la Empresa Pública del agua una propuesta para construir aliviaderos, pero aún les aprueba, no les da la viabilidad.
“Por el momento hay un muro provisional, pero si el invierno es fuerte el agua lo daña”.
El sistema de riego y drenaje en el Valle del Río Daule contempla la dotación de agua para las juntas de El Mate (2.450 ha), Higuerón (3.520 ha), San Jacinto (2.500 ha), América (5.816 ha) y Lomas (2.714 ha).
Ahí los problemas son otros. Las deudas impagas de los usuarios en algunos casos y la falta de obras de drenaje en otros, les afecta.
“Cada uno tiene una situación distinta; a unos el gobierno provincial les hizo drenajes; pero a los que no, se afectarán durante el invierno, causando inundaciones”, resalta Antonio Salazar, de Santa Lucía.
Julio Carchi, expresidente de América Lomas, avizora problemas serios, pues si con un precio de 40 dólares la saca de arroz no pagaron los usuarios, peor lo harán con un precio de $ 21 o $ 20 que hoy es el real. “La sostenibilidad de los sistemas es un problema serio que se viene”. Estos sistemas permiten regar en verano y evacuar el exceso de agua en invierno. Todos tienen más de 42 años.
EL DETALLE Los beneficios. La infraestructura de riego y drenaje permiten que varias zonas puedan cultivar varias cosas en verano. Es el caso de Guayas.