LOS GUARDIANES del duelo inmortal
Máximo Banguera y Esteban Dreer cargan con decenas de Clásicos sobre sus espaldas y mañana tendrán un rol determinante en el Monumental
Los dos conocen a plenitud el delirio de este partido. Ambos han tomado de la copa amarga y, a la vuelta de la esquina, se embargaron de algarabía. Máximo Banguera y Esteban Dreer, dos nombres rutilantes en sus escuadras que cargarán con un papel importante mañana en el Monumental: impedir que la caprichosa (pelota) se abrace con las redes, porque tanto a Barcelona como Emelec les urge la victoria.
Cada uno fiel a su estilo: el guardián del pórtico amarillo es derecho, de lanzamientos largos y rápidos. Viveza en los saques de arco buscando la sorpresa con el rival en inferioridad numérica. Líder y guía de todo el panorama defensivo.
El cerrojo zurdo de la cabaña eléctrica también goza de una saque letal, virtud que lo ha hecho digno de su apodo: El Rifle. Constantemente les habla a los zagueros y tiende a ser más cuidadoso en la salida. Es siempre un socio de los centrales a la hora de cuidar la pelota, eso sí, tampoco es ajeno a los pelotazos en situaciones apremiantes.
Jorge Delgado Guzmán, gloria torera bajo las tres maderas, da una reflexión que puede sonar burda pero trae consigo esa particular responsabilidad. “Los porteros somos los únicos que a las espaldas tenemos la red y si la pelota pasa es terrible. Pero al mismo tiempo, cuando se logra cumplir el trabajo y dejar el cero a favor, uno se siente satisfecho”, explica.
Reconoce que de joven un exentrenador de la selección española (José Planas) le dio un consejo de oro: “el arquero debe pensar como delantero, no solo en cuidar el arco, sino anticiparse a lo que puede pasar” y no duda de que los protagonistas (Banguera y Dreer) gozan de esta cualidad.
Para Carlos Morán, quien defendió y fue campeón en ambos pórticos, considera que atajar un Clásico es “un privilegio” y “una experiencia que no todo futbolista logra en su carrera”. Reconoce que la seguridad, confianza y el carácter para reponerse de momentos complicados son claves en estos duelos.
EL EXPERTO DE EXPRESO